La cancillería brasileña indicó que colonos que viven en la zona fronteriza que separa los departamentos de Pando y Acre denunciaron el accionar violento de los soldados bolivianos. Según la versión, los uniformados coparon las viviendas, mataron ganado y sometieron a los pobladores a maltratos
La ocupación por parte de colonos de esa región boliviana ha causado tensión entre ambos gobiernos desde 2006, cuando el presidente Evo Morales estableció que el territorio boliviano comprendido dentro de una franja de 50 kilómetros a partir de la frontera no puede pertenecer a extranjeros.
Tras las denuncias de los habitantes, quienes esta semana recibieron un ultimátum por parte de La Paz para abandonar sus tierras hasta el 25 de mayo próximo, soldados bolivianos circularon por las calles de la ciudad brasileña de Capixaba portando armas en la cintura, según informó el diario Folha de Sao Paulo.
Al respecto, el encargado de negocios de la embajada de Brasil en La Paz, Eduardo Sabóia, informó que los colonos le transmitieron testimonios y fotografías que constatan la presencia de efectivos bolivianos armados en territorio brasileño, lo que viola las normas internacionales.
En medio al clima de tensión, Brasilia envió a la región a unos 35.000 efectivos del Ejército, que permanecerán en el lugar hasta que la situación vuelva a la normalidad.
Sabóia fue recibido el viernes en la sede de la cancillería boliviana, al tiempo que ese mismo día el secretario general del Ministerio de Relaciones Exteriores de Brasil, Ruy Nogueira, conversó telefónicamente con su par boliviano, Juan Carlos Alurralde.
Por su parte, el secretario de Justicia y Derechos Humanos de Acre, Nilson Mourao, dijo que el ultimátum recibido por los productores brasileños para desalojar la región en mayo próximo viola un tratado vigente entre ambos países, que extendió ese plazo para los brasileños hasta el 31 de diciembre. "El Ejército boliviano les dice a los productores que el plazo es hasta el 25 de mayo, pero eso no corresponde con el acuerdo", afirmó.
El acuerdo entre ambos países busca que la retirada de los productores brasileños de la zona se realice en forma pacífica. La idea es realojar a las familias en territorios del interior de ambos países con el apoyo de la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) y del Instituto Nacional de Colonización y Reforma Agraria de Brasil (INCRA).
Según la oficina de INCRA en Acre, en 2010 la Cancillería brasileña listó a unas 554 familias que deberían ser retiradas de la frontera con Bolivia. De ellas, 120 fueron reasentadas en 2011 y otras 150 lo serán este año. El resto recién podrá ser retirado del lugar en 2013, añadió el organismo.
Fuente: DPA
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