AGENCIAS| WASHINGTON / EL CAIRO El secretario del Tesoro de Estados Unidos, Timothy Geithner, amenazó ayer a Siria con buscar la aprobación de una resolución en Naciones Unidas que autorice el uso de la fuerza para poner fin al régimen de Damasco. "Esperamos que todos los países responsables se unirán pronto para tomar las acciones apropiadas contra el régimen sirio, incluido si fuera necesario, el capítulo 7 del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, como fue solicitado por la Liga Árabe el pasado fin de semana", afirmó.
El secretario del Tesoro estadounidense realizó estas declaraciones en el discurso de apertura de la reunión que celebró ayer en Washington del grupo Amigos de Siria para analizar nuevas medidas económicas contra el régimen del presidente Bachar al Asad. "En ausencia de un significativo cumplimiento por el régimen del plan de paz de Kofi Anan, ésa es la dirección a la que pronto vamos encaminados", agregó.
Parece improbable, sin embargo, que EEUU logre que Rusia y China no veten ese tipo de iniciativa. De hecho, en la reunión celebrada estos días en Pekín por la Organización de Cooperación de Shanghái, la crisis siria fue uno de los puntos clave de conversación entre el presidente ruso, Vladimir Putin, y los líderes chinos.
Ambas partes rechazaron de nuevo una intervención extranjera en Damasco y abogaron incluso, por la convocatoria de una cumbre internacional que busque alternativas, según dijo ayer a la prensa el canciller ruso, Serguéi Lavrov.
Sobre el terreno, grupos opositores sirios denunciaron que varias decenas de personas fallecieron en la aldea de Al Qubeir, en la provincia central de Hama, en una nueva masacre del régimen de Asad. Esta localidad fue primero bombardeada por el Ejército y luego atacada por los shabihas (matones del régimen) y por miembros de las fuerzas de seguridad, según aseguró a Efe vía internet el activista de Hama Abu Hisham.
China y Rusia hicieron ayer frente común ante los conflictos que incendian el mundo islámico (Siria, Afganistán o Irán), como muestra de que sus relaciones pasan por su "mejor momento", a pesar de que, por diferencias económicas, todavía no firmaron un contrato gasístico que llevan negociando tres años. "Las relaciones entre China y Rusia nunca han sido tan estrechas y fructíferas", dijo el premier chino, Wen Jiabao, durante su encuentro con el presidente ruso, Vladimir Putin, en Pekín para asistir a la cumbre de la Organización de Cooperación de Shanghái, que concluirá hoy. Los antiguos rivales de la guerra fría llevan desde el martes la batuta del foro, fundado en 2001 y al que este año asisten, además de los mandatarios de los países integrantes (China, Rusia, Kazajistán, Kyrgistán, Tayikistán y Uzbekistán) el presidente iraní, Mahmud Ahmadineyad, y el afgano, Hamid Karzai. Teherán se mostró ayer pesimista, abandonando el optimismo de las últimas semanas, y avisó de que no renunciará a su programa nuclear.
No hay comentarios:
Publicar un comentario