debe asumir el liderazgo en las relaciones con los países del tercer mundo, especialmente con los extractores de recursos naturales. Este es el consejo contenido en el informe del Instituto de Desarrollo Moderno (INSOR, en sus siglas en ruso), cuyas principales disposiciones ha publicado el periódico Izvestiya. El documento está dirigido a los asesores del presidente y al Gobierno de Rusia, así como al Consejo de Seguridad.
El autor del informe, Nikita Maslennikov, considera que en condiciones de crisis las uniones informales consiguen mayores posibilidades. En este marco Rusia debe actuar de forma más activa. Los expertos del Instituto consideran que los países extractores de recursos podrían crear un centro de pronósticos (por ejemplo, en Rusia), establecer cooperación en inversiones e intercambiar activos. También hay que acercar las políticas fiscales y los estándares.
Según las declaraciones del jefe de INSOR, Yuri Yurgens, a Rusia el trampolín hacia el liderazgo se lo da su participación en el BRICS, así como el desarrollo de las relaciones bilaterales con países distanciados de la Unión Europea, como Turquía. Al mismo tiempo, según la opinión del rector de la Escuela Superior de Economía, Yaroslav Kuzmynov, no hay que tratar de aprovechar de inmediato el liderazgo en estas organizaciones, ya que esto puede irritar a los demás miembros.
Ha añadido que la ausencia en el país de un centro financiero internacional efectivo que pueda servir de alternativa a los mercados de fondos extranjeros y a los centros de cálculo dificulta el liderato de Rusia.
El Instituto de Desarrollo Moderno es uno los centros neurálgicos clave que colaboran que el presidente y el Gobierno de Rusia. La Junta Directiva del INSOR está encabezada por el primer ministro ruso Dmitri Medvedev.
E.G.
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