El gobierno estadounidense elabora un plan para asegurar que el arsenal del régimen no sea saqueado por grupos extremistas. Expertos viajarán a Libia para asesorar al Consejo Nacional de Transición
Según un oficial estadounidense, es posible que especialistas en armas del Ejército y de otras agencias de seguridad sean enviados al país africano tras la caída definitiva del dictador Muammar Khadafi. Su función será ayudar al CNT a asegurar misiles buscadores de calor que podrían ser utilizados contra aviones civiles, entre otros. "Lo que más me preocupa es la proliferación de esas armas", dijo un alto cargo militar al New York Times.
El vocero del Pentágono, coronel David Lapan, aseguró: "Seguimos vigilando los sitios de armas químicas". "Mientras el régimen de Khadafi no cese los ataques, el conflicto no está terminado", agregó.
El presidente de la Comisión de Inteligencia de la Cámara de Representantes, el republicano Mike Rogers, advirtió que el arsenal podría caer en las "manos equivocadas". "Incluso después de la salida de Khadafi del poder, tendremos que seguir garantizando la seguridad. En concreto, debemos asegurar que el armamento más sofisticado no caiga en las manos equivocadas", agregó a través de un comunicado.
La principal preocupación es que los grupos armados que operan en la región se queden con el material bélico y lo empleen para desestabilizar otros gobiernos. "Debemos asegurarnos de que los islamistas radicales no se hagan con el control del país y de sus armas", señaló el representante demócrata Dutch Ruppersberger.
Instó a las autoridades estadounidenses a garantizar que la transición libia esté liderada por fuerzas democráticas, ya que existe el riesgo de que sean grupos infiltrados los que finalmente decidan el futuro del país. "Esa decisión debe basarse en la voluntad del pueblo libio", destacó.
Según un informe de la Organización para la Prohibición de Armas Químicaspublicado en febrero pasado, el régimen de Khadafi posee unas 11,25 toneladas de gas mostaza, que permanecen custodiadas en alguna parte del desierto por el Ejército, además de otras armas químicas y explosivos.
El material es numeroso a pesar de que en 2004 se destruyeron bombas aéreas destinadas a esparcir agentes químicos en un gesto de acercamiento a Occidente.
No obstante, otro funcionario estadounidense consultado por la agencia Reuters negó que este armamento pueda ser realmente útil en una operación militar ya que, según su opinión, en su mayoría quedó obsoleto.
Un representante de Naciones Unidas coincidió en ese punto. "Están elaboradas con agentes que con el paso del tiempo pierden su efectividad, por lo que ahora mismo son más una amenaza medioambiental que militar", indicO
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