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lunes, 26 de septiembre de 2011

El poder del dúo Putin-Medvédev provoca disidencias en el régimen


El enroque en la cúpula del poder ruso anunciado el sábado ya ha traído la primera deserción anticipada: la del ministro de Finanzas Alexéi Kudrin, figura clave del equipo de Vladímir Putin. El enroque supone que el primer ministro Putin volverá a ser presidente y su cargo lo ocupará el actual jefe del Estado, Dmitri Medvédev. Kudrin, que el sábado se encontraba en Washington participando en una reunión del Fondo Monetario Internacional, declaró que no podrá formar parte del nuevo Gobierno que encabezará Medvédev, ante todo por las diferencias que tiene con el actual presidente de Rusia.
"No me veo en el nuevo Gobierno. No solo porque todavía nadie me ha propuesto nada, sino porque pienso que las diferencias que tengo no me permiten formar parte de él", señaló Kudrin en la capital estadounidense, y puntualizó que las divergencias se refieren a la política económica y particularmente a "los sustanciales gastos para fines militares".


Los expertos temen una mayor huida de capitales si Kudrin deja el Gobierno

Kudrin, compañero de trabajo de Putin en la alcaldía de San Petersburgo y a quien ha acompañado desde que este asumió la presidencia en 2000, es uno de los pocos funcionarios que se ha atrevido a criticar públicamente al partido gubernamental Rusia Unida. Es quizás el único que ha discutido algunas decisiones de Putin y de Medvédev y ahora es también el único que se ha rebelado abiertamente contra el intercambio de los máximos cargos del Estado y el Gobierno.

La nueva financiación del Ejército es para Kudrin un punto de inflexión: "En tres años daremos a las fuerzas armadas la suma equivalente a todo lo que gastamos en educación", dijo. Se refería a que está previsto que para 2014, los gastos destinados al Ejército supongan un aumento del 3% del PIB comparado con el de 2011. El ministro, que en la Duma Estatal o Cámara baja advirtió a los diputados de que habría que subir los impuestos o la edad de jubilación, lamentó que estos problemas clave del presupuesto no sean debatidos en el partido Rusia Unida.

El descontento de Kudrin con la política económica rusa no es lo único que lo ha impulsado a hacer esas declaraciones en Washington. Serguéi Alexáshenko, exvicepresidente del Banco Central, comentó que Kudrin quería ser primer ministro y que, aunque nunca había hablado sobre ello, tenía la esperanza de que si Putin regresaba a la presidencia él podría ocuparse del Gobierno.

Pero lo dicho en Estados Unidos no necesariamente significa que Kudrin abandone el equipo de Putin. Este podría ofrecerle algún cargo en la administración presidencial o nombrarle asesor económico. En cualquier caso Kudrin dio a entender que está dispuesto a estudiar las proposiciones que Putin le haga.

Por lo demás, el mismo Alexáshenko manifestó que no todo estaba perdido para Kudrin en cuanto a sus ambiciones de encabezar el Gobierno. "No nos olvidemos de que Putin permanecerá en la presidencia hasta 2018 y posiblemente hasta 2024, pero nadie sabe cuánto durará Medvédev" como primer ministro, señaló.

La noticia de la salida de Kudrin del Gobierno tendrá consecuencias negativas para la economía del país, según algunos expertos. Así, el analista Valeri Jomiakov considera que conducirá a un aumento de la fuga de capitales de Rusia y a una caída de las inversiones extranjeras. Kudrin es considerado como garantía de una política macroeconómica liberal y estable.

Dmitri Peskov, portavoz de Putin, dijo que las declaraciones de Kudrin merecían respeto porque es sabido que "nunca esconde sus puntos de vista" y que "a menudo" estos diferían de los del presidente y del primer ministro.

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