Trípoli, 26 sep (PL) Insurgentes libios atacaron nuevamente hoy la ciudad de Sirte, tras un precipitado repliegue que sus líderes justificaron como "retirada táctica", pese a acentuar la frustración ante la perseverante resistencia de los leales a Muamar El Gadafi.
Las fuerzas militares del autonombrado Consejo Nacional de Transición (CNT) volvieron a la carga con el apoyo de la aviación de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), que bombardeó áreas del centro de la urbe, pese a que muchos civiles continúan allí.
Residentes que lograron salir culparon a la OTAN y a los miembros del CNT de provocar sufrimiento en la población, porque los heridos carecen de medicinas debido a que los hospitales son bombardeados.
La propia alianza atlántica confirmó este lunes haber impactado numerosos blancos allí, varios de ellos supuestamente militares, con el alegado fin de proteger a civiles, pero el portavoz de El Gadafi, Moussa Ibrahim, la culpó de la muerte de cientos de personas inocentes.
Testigos relataron que eran visibles altas columnas de humo emanando de la ciudad poco después de escucharse estrepitosas explosiones provocadas por las bombas de la OTAN y la artillería pesada de los sublevados, así como por la fiera respuesta de los progubernamentales.
Personas entrevistadas por canales televisivos regionales afirmaron que los combatientes de El Gadafi dominan posiciones estratégicas desde las cuales golpean con efectividad a los irregulares, que debieron desistir ayer de continuar su avance hacia el centro de la localidad.
Cohetes, granadas propulsadas, obuses de morteros y francotiradores son los principales recursos con los que los fieles a El Gadafi defienden Sirte, su ciudad natal, y Bani Walid, el otro bastión de resistencia situado al sureste de Trípoli.
Un comandante militar de los alzados negó que hayan sido forzados a salir a la desbandada de Sirte y alegó que se trató de una "retirada táctica" después de lograr tres objetivos propuestos, uno de los cuales presuntamente fue crear un corredor para la salida de civiles.
Los otros dos propósitos, de acuerdo con la visión de los opositores armados, fueron asegurar la periferia de la ciudad y bloquear cualquier posible ruta de escapatoria para los combatientes pro-Gadafi.
Sin embargo, miles de habitantes de la localidad continúan en ella con limitaciones en el suministro de alimentos, medicinas, agua potable y combustible, y expuestos a bombardeos indiscriminados y cada vez más cruentos de la alianza atlántica, recordó un medio local.
La misma fuente citó a otro portavoz de los insurgentes que admitió la magnitud de la resistencia dentro de Sirte y dijo que eran insuficientes hombres para controlar un territorio donde se venera al líder libio, cuyo paradero se desconoce desde finales de agosto.
Por otro lado, la resistencia a la agresión extranjera se mantiene también en Bani Walid, donde fuentes médicas indicaron que en las últimas 24 horas el CNT perdió al menos 30 hombres.
mv/ucl
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