Si alguien piensa que las armas nucleares se construyen a hurtadillas en fábricas misteriosas, es simplemente que ha visto muchas películas de James Bond. En realidad, los fabricantes de estas armas son algunos gigantes transnacionales de la aeronáutica, la electrónica, las comunicaciones y la tecnología de la información. Empresas que controlan el sector de tecnología de defensa y seguridad, facturan cantidades millonarias y tienen una enorme capacidad de influencia sobre los gobiernos.
Este sector fabrica armas nucleares mediante pedido de los gobiernos. Como mínimo diecisiete empresas comerciales fabrican armas nucleares. Diez tienen la sede social en EEUU, dos en Gran Bretaña y dos en Francia. El resto se reparte entre Italia, Países Bajos y la India. También hay fabricantes de armas nucleares en China y Rusia pero tienen unas características muy diferentes de las industrias occidentales.
Veamos qué hacen algunas de ellas. McDermott International formó parte del Proyecto Manhatan, que desarrolló las bombas que EEUU lanzó sobre Hiroshima y Nagasaki. Hoy tiene un contrato para la explotación y gestión de Los Alamos, centro donde se desarrolla el armamento nuclear de EEUU. Babcock Marine, BAE Systems y Rolls-Royce (el fabricante de coches de lujo) se han agrupado en el proyecto Future Submarine de submarinos nucleares para la marina británica, que han de llevar misiles nucleares. BAE Systems, Finmeccanica y EADS participan en un negocio conjunto para construir los misiles nucleares ASMP-A que se instalarán en los aviones franceses Rafale. EADS construye y mantiene el misil nuclear M45, usado por la marina francesa. Y también construirá el nuevo misil M51 para los nuevos submarinos franceses. General Dynamics ha construido los submarinos nucleares Ohio de EEUU que transportan los misiles Trident, fabricados por Lockheed Martin. Unos misiles que también llevan los submarinos británicos Vanguard. Una filial de ITT Corporation mantiene las armas nucleares de los submarinos nucleares norteamericanos. El proyecto ICBM Prime Integration Team, que llevan a cabo Northrop Grumman, Boeing (la empresa que fabrica los aviones que usan las compañías aéreas comerciales) y Lockheed Martin, se encarga de la producción y el mantenimiento de los misiles nucleares ICBM (misiles balísticos intercontinentales) Minuteman III, de los cuales EEUU tiene unos 450. Este misil se mantendrá en el programa de defensa nuclear de los EEUU hasta el 2040. Larsen & Toubro hace el diseño y la construcción del futuro submarino nuclear de la marina india.
Dos de estas empresas, EADS y General Dynamics, están presentes en España, donde fabrican armas convencionales.
Todas estas empresas necesitan la colaboración de los bancos para su funcionamiento, como cualquier empresa de otro sector. Los bancos y cajas hacen posible la actividad económica de las empresas a través de tres canales. Los conceden créditos. Los compran acciones y bonos. Y las ayudan, como intermediarios, cuando las empresas emiten acciones y bonos.
Cuando el banco/caja ha comprado acciones y bonos de una empresa, incorpora una parte en algunos de los fondos de inversión que ofrece a sus clientes. Por otra parte, una empresa, cuando quiere capitalizarse, puede emitir acciones o bonos y los bancos/cajas hacen de intermediarios y ayudan a colocarlos entre los inversores.
Tenemos muy cerca algunos de los bancos que trabajan con las empresas que fabrican armas nucleares. Dos entidades bancarias destacan por su vinculación con esta industria, el Santander y el BBVA (según el informe Negocios sucios. Bancos españoles que financian armas de Setem, donde se detallan las inversiones de las entidades bancarias españolas en empresas de fabricación de armas controvertidas y, en concreto, de armas nucleares. Véase también www.bbvasensearmes.org y www.bancsantandersensearmes.org).
Algunos fondos de inversión del Banco de Santander tienen participación de acciones de empresas como BAE, Boeing, EADS, Babcock, General Dynamics y de otras, por un total de unos 100 millones de euros. Es habitual que estas empresas reciban créditos sindicados, concedidos por consorcios de varios bancos, debido a las enormes cantidades solicitadas. El Santander ha formado parte de estas aglutinaciones bancarios.
También el BBVA ha participado con grandes cantidades de dinero en créditos sindicados y alguno de sus fondos se nutren, en parte, de las acciones y bonos de esta industria (BAE, Boeing, EADS, General Dynamics, Lockheed-Martin ...) .
La Banca March, el Banco de Sabadell, Bankinter, Ibercaja también tienen fondos de inversión con participación de acciones o bonos de estas empresas, con una inversión mínima de un millón de euros. La lista de entidades bancarias es más larga, pero las inversiones correspondientes son menores.
Si vamos a alguno de estos bancos para sacar rendimiento de nuestros ahorros, existe una probabilidad no despreciable que nos ofrezcan un fondo de inversión. Entonces habría que pedir información de la configuración del fondo para asegurarnos de que ninguna de estas empresas forme parte del fondo. Sin embargo, la garantía más sólida que nuestros ahorros no contribuyen a la fabricación de armamento nuclear sólo la tendremos si depositamos el dinero en la banca ética.
Xavier Bohigas y Teresa de Fortuny son miembros del Centre d'Estudis per a la Pau JM Delàs
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