Dos de estas empresas, EADS y General Dynamics, están presentes en España, donde fabrican armas convencionales.
Todas estas empresas necesitan la colaboración de los bancos para su funcionamiento, como cualquier empresa de otro sector. Los bancos y cajas hacen posible la actividad económica de las empresas a través de tres canales. Los conceden créditos. Los compran acciones y bonos. Y las ayudan, como intermediarios, cuando las empresas emiten acciones y bonos.
Cuando el banco/caja ha comprado acciones y bonos de una empresa, incorpora una parte en algunos de los fondos de inversión que ofrece a sus clientes. Por otra parte, una empresa, cuando quiere capitalizarse, puede emitir acciones o bonos y los bancos/cajas hacen de intermediarios y ayudan a colocarlos entre los inversores.
Tenemos muy cerca algunos de los bancos que trabajan con las empresas que fabrican armas nucleares. Dos entidades bancarias destacan por su vinculación con esta industria, el Santander y el BBVA (según el informe Negocios sucios. Bancos españoles que financian armas de Setem, donde se detallan las inversiones de las entidades bancarias españolas en empresas de fabricación de armas controvertidas y, en concreto, de armas nucleares. Véase también www.bbvasensearmes.org y www.bancsantandersensearmes.org).
Algunos fondos de inversión del Banco de Santander tienen participación de acciones de empresas como BAE, Boeing, EADS, Babcock, General Dynamics y de otras, por un total de unos 100 millones de euros. Es habitual que estas empresas reciban créditos sindicados, concedidos por consorcios de varios bancos, debido a las enormes cantidades solicitadas. El Santander ha formado parte de estas aglutinaciones bancarios.
También el BBVA ha participado con grandes cantidades de dinero en créditos sindicados y alguno de sus fondos se nutren, en parte, de las acciones y bonos de esta industria (BAE, Boeing, EADS, General Dynamics, Lockheed-Martin ...) .
La Banca March, el Banco de Sabadell, Bankinter, Ibercaja también tienen fondos de inversión con participación de acciones o bonos de estas empresas, con una inversión mínima de un millón de euros. La lista de entidades bancarias es más larga, pero las inversiones correspondientes son menores.
Si vamos a alguno de estos bancos para sacar rendimiento de nuestros ahorros, existe una probabilidad no despreciable que nos ofrezcan un fondo de inversión. Entonces habría que pedir información de la configuración del fondo para asegurarnos de que ninguna de estas empresas forme parte del fondo. Sin embargo, la garantía más sólida que nuestros ahorros no contribuyen a la fabricación de armamento nuclear sólo la tendremos si depositamos el dinero en la banca ética.
Xavier Bohigas y Teresa de Fortuny son miembros del Centre d'Estudis per a la Pau JM Delàs
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