Si Robert Gates, el anterior jefe del Pentágono, se despidió de Europa hace tres meses con estruendosas recriminaciones a la incapacidad europea de hacerse cargo de su propia defensa, Leon Panetta, su sucesor, se estrena ahora ante los aliados con suavidad. Sin acritud, ha subrayado esta mañana que vienen tiempos muy duros presupuestariamente, tanto Estados Unidos como en Europa, y que ambas partes deberán hacer esfuerzos para conseguir más y mejor en defensa con menos. Coordinación en los recortes es la consigna para “evitar sorpresas”. Los europeos, además, deberán llenar las lagunas de equipamiento que ha dejado en evidencia la campaña libia, una operación, según Panetta, que está a punto de concluir con éxito y que prueba la necesidad de la existencia y reforzamiento de la OTAN.
El nuevo secretario de Defensa de Estados Unidos asiste por primera vez hoy y mañana a una reunión de ministros de Defensa aliados y esta mañana ha expuesto en una conferencia organizada por el think tankCarnegie Europa su visión de la Alianza para el siglo XXI.
En inglés existe la expresión Nothing succeeds like success cuyo equivalente en español podría ser “No hay nada como el éxito” y esa atmósfera de éxito en Libia parece haber suavizado los ánimos del ¿amigo americano’. Frente a las tensiones e incertidumbres vividas en la hora de la despedida de Gates, ahora el final de la campaña contar el regime de Gadafi está en el horizonte y la sensación de todos es de misión cumplida. Panetta ha aprovechado la ocasión para celebrar que en Libia “hemos visto mayor liderazgo de los europeos y se han compartido más las cargas de lo que se había hecho hasta ahora”.
Los aliados discutirán mañana de las misiones en Afganistán y Libia
Haciendo una ligera referencia a Gates y su tronitronante petición a Europa de que incremente su compromiso con la Defensa, Panetta ha señalado que la campaña libia no hubiera despegado ni se hubiera llevado a cabo sin la aportación inicial de Estados Unidos. También ha dicho que han quedado en evidencia insuficiencias que la Alianza, es decir la parte europea de la coalición, debe cubrir: faltan especialistas en fijar los objetivos a atacar; hay que asegurarse de que arsenales están suficientemente repletos y “sobre todo [faltan] capacidades cruciales: aviones nodriza y plataformas de inteligencia, vigilancia y reconocimiento” como los aviones no tripulados. “Sin estas capacidades”, cubiertas en muy buena parte por Estados Unidos, “hubiese resultado muy difícil lanzar y mantener la operación en Libia”, ha insistido.
Es decir que los europeos deben hacer mayor inversión en defensa.“Se equivocan quienes creen que el presupuesto de defensa de Estados Unidos es lo suficientemente grande como para absorber los choques y cubrir las lagunas de la Alianza”, ha alertado Panetta. “Nos enfrentamos fuertes recortes que tendrán auténticas consecuencias sobre las capacidades de la Alianza”.
Más coordinación entre aliados
Los recortes en Washington son, como mínimo de 450.000 millones de dólares en 10 años, a los que habrá que hacer frente en común. Como la austeridad presupuestaria es el aire de los tiempos y los otros 27 aliados se enfrentan a la misma tesitura la solución pasa por coordinar y compartir. “No podemos permitir que los países tomen decisiones por sí mismos sobre reducción de fuerzas sin comunicarlo a sus vecinos y aliados”, ha advertido.
Este clima de crisis presupuestaria y la estrategia para hacer un frente común dominará los dos días de reunión de los responsables de Defensa aliados en Bruselas. “Más aliados deberían adquirir y mantener esas capacidades. Uno no es suficiente”, ha insistido Anders Fogh Rasmussen, el secretario general aliado, tras la primera sesión de trabajo con los ministros. Uno es, obviamente, Estados Unidos.
“En principio los ministros están de acuerdo en que debemos centrarnos en más cooperación multinacional y usar con más eficacia nuestros recursos”, ha explicado Rasmussen, antes de dejar las cosas en su punto: “Hay acuerdo político. La cuestión es traducirlo en la práctica”.
Además de hablar del futuro, los ministros trataron de operaciones en Libia, Kosovo y la campaña contra la piratería en el Índico. Muchos parabienes, en particular sobre Libia. “Estamos cerca de completar la misión”, ha asegurado el secretario general, que ha hablado de “gran éxito”. Para fecha indeterminada queda el echar el cierre a la operación Protector Unificado: “Cuando no exista amenaza a la población habrá llegado la hora de poner fin a la misión”. Preguntado si se puede hacer eso con Muamar el Gadafi en paradero desconocido, responde Rasmussen: “La terminación no depende de Gadafi, que no es el objetivo de la operación. Para ponerle fin valoraremos la situación de seguridad para la población y la capacidad del Consejo Nacional de Transición para protegerla. Y todo de acuerdo con la ONU”.
Haciendo una ligera referencia a Gates y su tronitronante petición a Europa de que incremente su compromiso con la Defensa, Panetta ha señalado que la campaña libia no hubiera despegado ni se hubiera llevado a cabo sin la aportación inicial de Estados Unidos. También ha dicho que han quedado en evidencia insuficiencias que la Alianza, es decir la parte europea de la coalición, debe cubrir: faltan especialistas en fijar los objetivos a atacar; hay que asegurarse de que arsenales están suficientemente repletos y “sobre todo [faltan] capacidades cruciales: aviones nodriza y plataformas de inteligencia, vigilancia y reconocimiento” como los aviones no tripulados. “Sin estas capacidades”, cubiertas en muy buena parte por Estados Unidos, “hubiese resultado muy difícil lanzar y mantener la operación en Libia”, ha insistido.
Es decir que los europeos deben hacer mayor inversión en defensa.“Se equivocan quienes creen que el presupuesto de defensa de Estados Unidos es lo suficientemente grande como para absorber los choques y cubrir las lagunas de la Alianza”, ha alertado Panetta. “Nos enfrentamos fuertes recortes que tendrán auténticas consecuencias sobre las capacidades de la Alianza”.
Los recortes en Washington son, como mínimo de 450.000 millones de dólares en 10 años, a los que habrá que hacer frente en común. Como la austeridad presupuestaria es el aire de los tiempos y los otros 27 aliados se enfrentan a la misma tesitura la solución pasa por coordinar y compartir. “No podemos permitir que los países tomen decisiones por sí mismos sobre reducción de fuerzas sin comunicarlo a sus vecinos y aliados”, ha advertido.
Este clima de crisis presupuestaria y la estrategia para hacer un frente común dominará los dos días de reunión de los responsables de Defensa aliados en Bruselas. “Más aliados deberían adquirir y mantener esas capacidades. Uno no es suficiente”, ha insistido Anders Fogh Rasmussen, el secretario general aliado, tras la primera sesión de trabajo con los ministros. Uno es, obviamente, Estados Unidos.
“En principio los ministros están de acuerdo en que debemos centrarnos en más cooperación multinacional y usar con más eficacia nuestros recursos”, ha explicado Rasmussen, antes de dejar las cosas en su punto: “Hay acuerdo político. La cuestión es traducirlo en la práctica”.
Además de hablar del futuro, los ministros trataron de operaciones en Libia, Kosovo y la campaña contra la piratería en el Índico. Muchos parabienes, en particular sobre Libia. “Estamos cerca de completar la misión”, ha asegurado el secretario general, que ha hablado de “gran éxito”. Para fecha indeterminada queda el echar el cierre a la operación Protector Unificado: “Cuando no exista amenaza a la población habrá llegado la hora de poner fin a la misión”. Preguntado si se puede hacer eso con Muamar el Gadafi en paradero desconocido, responde Rasmussen: “La terminación no depende de Gadafi, que no es el objetivo de la operación. Para ponerle fin valoraremos la situación de seguridad para la población y la capacidad del Consejo Nacional de Transición para protegerla. Y todo de acuerdo con la ONU”.
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