Praga, 15 nov (EFE).- El ministro de Defensa de la República Checa, Alexander Vondra, amenazó hoy a Airbus Military, filial española del grupo aeronáutico europeo EADS, con cancelar el contrato de compra de los cuatro aviones de transporte táctico CASA C-295M.
"Nuestra paciencia tiene límites. Hemos escrito al fabricante para que elimine todos los defectos detectados. Si no atienden nuestra reclamación a tiempo, propondré al Ejecutivo cancelar el contrato", dijo Vondra en rueda de prensa celebrada en la sede de su ministerio.
Vondra declaró que tanto Omnipol, suministrador de los aviones, como el fabricante "reconocen los defectos detectados por la parte checa, pero, al mismo tiempo, les quitan importancia".
"Esto no podemos y no queremos permitirlo. La seguridad de nuestros pilotos está en juego, y también crea dificultades para cumplir los objetivos para los que fueron comprados", añadió el máximo responsable de Defensa.
Los cuatro aparatos deben ser entregados por Omnipol y Airbus Military, con todo sus equipo operativo, hasta el 30 de noviembre, y el fabricante obtendrá un nuevo y último plazo de seis meses para eliminar todas los defectos de los aviones.
El ministro convocó hoy en Praga a los medios de comunicación para explicar los dos incidentes sufridos por uno de los aparatos defectuosos que fue enviado a reparar a Sevilla, y que volaba de vuelta a la República Checa en octubre.
Según la comisión de inspección del ministerio de Defensa, "el instrumental de a bordo mostró valores equivocados de presión de aceite y temperatura en uno de los motores. Y también hubo un corte en parte de la instalación eléctrica", explicó el teniente coronel Petr Chamrad, que dirige la comisión.
Este incidente obligó a la tripulación a apagar uno de los motores.
El segundo incidente fue "el cambio de sintonización espontáneo del instrumental de comunicación y navegación durante el vuelo", explicó Chamrad.
Este segundo fallo fue eliminado por el fabricante con la instalación de un software mejor. "No obstante, la comisión aconsejó que el avión no debe volar".
Los aparatos "sólo podrán volar para detectar fallos", y no en ninguna misión, precisó el general jefe de la Fuerzas Armadas, Vlastimil Picek.
Praga también está aplicando desde el verano contra el fabricante la cláusula de penalización por el hecho de que los aviones no fueron entregados con el sistema de defensa pasivo acordado.
"Esto complica la cuestión, ya que los soldados contaban con estos aviones para emplearlos en operaciones en Afganistán", declaró Rudolf Blazek, secretario de Estado de Defensa,
Las Fuerzas Armadas checas recibieron en 2010 estos cuatro aviones de transporte táctico, pero siguen sin poder hacer uso de ellos para operaciones militares.
Los aviones no pasaron la primera prueba técnica a principios de año, debido a los problemas en el sistema aéreo y en el sistema de defensa pasivo.
A lo largo del año se fueron dando nuevos plazos para eliminación de los defectos, sin que la parte checa quedara nunca conforme, y amenazando la puesta en funcionamiento de los aviones dentro de este año, como al final ha ocurrido.
El contrato entre Omnipol y Airbus Military, filial española del grupo europeo EADS, fue cerrado en mayo de 2009 por un importe de 137,5 millones de euros. EFEÇ
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