La puesta en servicio del submarino estratégico "Yuri Dolgoruki" compensará la avería del submarino "Ekaterimburgo" que sufrió daños por incendio, declaró hoy Ígor Korótchenko, miembro del Consejo Público supeditado al Ministerio ruso de Defensa.
"La avería del 'Ekaterimburgo' será compensada por la próxima puesta en servicio del nuevo submarino estratégico 'Yuri Dolgoruki' dotado de 16 misiles balísticos Bulavá", dijo Korótchenko a RIA Novosti.
El submarino nuclear "Ekaterimburgo", de más de 160 metros de eslora y 19.000 toneladas de desplazamiento, se incendió el 29 de diciembre pasado en un dique flotante situado en la provincia de Múrmansk, extremo noroeste de Rusia.
Según datos preliminares, el incendio se declaró durante los trabajos de reparación. Se incendiaron los andamios montados alrededor del buque y el fuego se propagó a su casco exterior. El fuego fue extinguido sólo al día siguiente.
El viceprimer ministro ruso, Dmitri Rogozin, quien inspeccionó ayer el submarino averiado, aseguró que el incidente no deteriorará la capacidad defensiva del país ni alterará la paridad estratégica entre Rusia y las demás potencias nucleares.
"Incluso elevaremos el nivel de capacidad defensiva porque el misil Bulavá aventaja por sus características a los misiles de carburante líquido como el Sinevá (emplazado en el ''Ekaterimburgo')", apuntó Rogozin.
El presidente ruso, Dmitri Medvédev, declaró a finales de diciembre que "Rusia concluyó las pruebas de los misiles balísticos Bulavá que pronto entrarán en servicio operacional".
"Demostramos la capacidad de crear nuevo tipo de armamento estratégico moderno y eficiente. Uno de ellos es Bulavá que ahora será puesto en servicio operacional", dijo Medvédev.
El misil balístico intercontinental R30 3M30 Bulavá-30 (RSM-56, en tratados internacionales y SS-NX-30 según clasificación de la OTAN) es un cohete de tres etapas y carburante sólido lanzado desde submarinos.
Tiene un alcance de 8.000 kilómetros y puede portar entre 6 y 10 cabezas nucleares hipersónicas autónomas, de 100 a 150 kilotones cada una, capaces de modificar la trayectoria de vuelo.
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