Tokio (Efe).- Japón estudia desplegar un sistema para interceptar el satélite que Corea del Norte lanzará en abril mediante un misil de largo alcance, al igual que hizo en 2009 cuando un proyectil de Pyongyang sobrevoló territorio nipón, informó hoy el diario Yomiuri.
Fuentes del ministerio de Defensa nipón confirmaron al diario que pese a que el régimen comunista ha anunciado que su satélite será lanzado hacia el Mar Amarillo en dirección sur, lejos de territorio japonés, el Gobierno se plantea la posibilidad de desplegar misiles balísticos como medida de precaución.
"No sabemos si el satélite será lanzado realmente en dirección al Mar Amarillo. Además, algunas de las islas remotas de Japón están en ese área", explicó un representante del ministerio al rotativo. El sistema sería similar al desplegado en 2009, cuando un misil Taepodong-2 norcoreano, que supuestamente debía poner en órbita el satélite Kwangmyongsong-2, sobrevoló el norte de Japón.
En esa ocasión las Fuerzas de Auto Defensa niponas prepararon equipos antimisiles para destruir el proyectil o sus fragmentos en caso de que cayeran sobre territorio nipón. El viernes, el régimen norcoreano comunicó que lanzará un satélite con motivo del centenario del nacimiento del fundador del país, Kim Il-sung, que se celebra el 15 de abril, desde una zona junto al Mar Amarillo cercana a la frontera norcoreana con China.
El anuncio se produce poco después de que Corea del Norte, bajo el liderazgo de Kim Jong-un tras la muerte de su padre el pasado diciembre, se comprometiera con Estados Unidos a imponer una moratoria de sus programas nucleares y de misiles a cambio de ayuda alimentaria. Por ello, al igual que Japón y Corea del Sur, Washington ha calificado el anuncio de provocación, y el Departamento de Estado ha indicado que el lanzamiento puede complicar los acuerdos alcanzados.
"Derecho legítimo"
Por su parte, Corea del Norte proclamó hoy, a través de un comunicado de su agencia de noticias KCNA, que el lanzamiento del satélite es su "derecho legítimo" y rebatió las acusaciones de que se trate de un ensayo balístico encubierto.
"El desarrollo pacífico y la exploración del espacio constituyen derechos legítimos de un estado soberano reconocidos universalmente", reza el comunicado. "Los lanzamientos de satélites para la investigación científica y la exploración espacial para el desarrollo económico ya no pueden ser monopolizados por unos pocos países", prosigue.
El despacho considera que las acusaciones de Estados Unidos, Corea del Sur y Japón de que el lanzamiento es en realidad una prueba armamentística son una forma de negar a Pyongyang sus derechos legítimos y una muestra de la hostilidad de estos tres países hacia el régimen norcoreano.
El sorpresivo anuncio se produjo poco después de que Corea del Norte, bajo el nuevo liderazgo de Kim Jong-un tras la muerte de su padre el pasado diciembre, se comprometiera con Estados Unidos a imponer una moratoria de sus programas nucleares y de misiles a cambio de unas 240.000 toneladas de ayuda alimentaria.
Washington, Tokio y Seúl han juzgado el anuncio como una provocación, ya que opinan que el Unha-3 es un poderoso misil de largo alcance capaz de portar una cabeza armada, al tiempo que el Departamento de Estado de EEUU ha indicado que el lanzamiento puede complicar los acuerdos alcanzados.
Por su parte, la KCNA señaló que el Kwangmyongsong-3 es un satélite de observación terrestre resultado de las investigaciones de científicos y técnicos norcoreanos y que sus dos lanzamientos anteriores de satélites experimentales llevados a cabo por Corea del Norte cumplieron con las regulaciones internacionales.
En ese sentido recordó que ha enviado la información pertinente a la Organización Internacional de Aviación Civil a la Organización Marítima Internacional a la Unión Internacional de Telecomunicaciones y a otros organismos, y que además invitará a expertos y periodistas internacionales a presenciar el lanzamiento
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