UN AMABLE internauta nos envía una información que confieso que yo no conocía. Se trata de unas islas situadas en el océano Pacífico que pertenecen a España, porque no fueron incluidas, posiblemente por error, en el Tratado Hispano-Estadounidense de París de 10 de diciembre de 1898, ni en el Tratado Germano-Español, por el que se ceden al Imperio Alemán los archipiélagos de Carolinas, Palaos y Marianas, excepto la isla de Guam, firmado en Madrid en 1899.
Me he ido a la Red y compruebo que, efectivamente, el investigador del Consejo Superior de Investigaciones Científicas Emilio Pastor y Sánchez (véase "Territorios de soberanía española en Oceanía", de este autor, CSIC, 1950) escribió a Franco una carta pidiendo que se establezcan en Carolinas, Marianas y Palaos estaciones navales amparadas por el Tratado Hispano-Alemán de 1899. Y, además, le revela al general que hay cuatro islas en la zona de soberanía española, con dependencia de este país desde 1521. El 12 de enero de 1949, el Consejo de Ministros trata el asunto, pero deja a la ONU que resuelva sobre la titularidad de esas islas. España estaba aislada internacionalmente y todo el mundo olvidó el asunto, incluidos el Gobierno de Franco y los sucesivos democráticos. Las islas se llaman Mapia, Oroa (o Arrecife), Pescadores y Matador (o Acea). Hay un artículo en el desaparecido diario El Alcázar del 14 de diciembre de 1982 sobre el asunto y la referencia de Internet asegura que la moneda de esos territorios es el euro, el dominio de Internet es (.es) y que los islotes (alguno de ellos coralino) se encuentran deshabitados.
Traigo esto aquí a título de anécdota. La verdad, no tenía ni idea de que estas islas existieran, ni de que fueran españolas. Durante la Segunda Guerra Mundial parece que fueron escenario de importantes combates aéreos. Es Indonesia la que parece asumir la soberanía de Mapia; todas las islas están distantes entre sí (se informa de longitud y su latitud en la Red, los animo a que las busquen); tengo que confesarles que me resultó interesante este -para mí- descubrimiento, aunque también absolutamente inútil.
Cada día se aprende una cosa nueva. Esta vez ha sido la noticia de unas islas perdidas en el Pacífico, que en mis conocimientos de geografía -que no son un dechado de sabiduría- no estaban presentes para nada. Pero a estas islas les va a ser más fácil declararse independientes que a Canarias porque, en el caso de Canarias, España ni come ni deja comer.
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