La Marina de Irán botó en el Golfo Pérsico el submarino superpesado Tareq 901 y el buque destructor Sahad. La maniobra se realizó en el Puerto meridional de Bandar Abbas, días después de que EE.UU. iniciara ejercicios en la zona.
El submarino, comprado a Rusia a principios de los años 90, fue reparado por especialistas del país persa. “El sistema antirradar, las alas, los sistemas neumáticos, de compresión de aire, bombas y sensores, sistemas de telecomunicaciones y partes del motor son los elementos del submarino que fueron reparados por los ingenieros iraníes”, señaló el director del proyecto, el almirante Abbas Zamini.
El submarino y el destructor fueron botados al agua por orden del líder de la Revolución Islámica, el ayatolá Seyyed Alí Hoseiní Jamenei, informó la web iraní Press TV. Alí Jamenei visitó el martes una base de entrenamiento de los marinos iraníes en el norte del país. “Las Fuerzas Armadas tienen que ser fuertes para defender al pueblo iraní y no dejar a nadie atacar a nuestro país”, señaló. El hecho se produce días después de que EE.UU. y sus aliados iniciaran maniobras navales en el Golfo Pérsico. Según varios expertos, los ejercicios occidentales podrían estar motivados por las reiteradas amenazas de Teherán, que amaga con bloquear las exportaciones petroleras a través del estrecho de Ormuz, por donde pasa el 40% del tránsito marítimo mundial de crudo, en caso de una agresión.
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