El Gobierno central ha tenido que reconocer que el pasado mes de junio de 2011 se produjo un accidente en la base militar de Viator mientras se probaba armamento para su compra por el Ejército español, tal como informó Noticias de Almería, y también ha admitido que el origen del mismo fueron las “condiciones” en que se realizó. Unas condiciones que tienen que precisamente con la fecha de su realización.
El Gobierno da respuesta a una pregunta del diputado de Izquierda Unida Gaspar Llamazares, que se interesó por este asunto, hasta el extremo de cuestionar las condiciones en que se había realizado la exhibición, ya que entendía que todas las empresas licitantes no habían tenido las mismas oportunidades. Según la respuesta oficial “se han seguido rigurosamente todos los trámites establecidos por la Ley de Contratos del Sector Público para la adquisición del producto objeto de la pregunta”. Añade además que “Este producto es un sistema de mortero sobre vehículo y las características y requisitos que deben cumplir están recogidos en el Documento de Requisitos de
Estado Mayor y en su correspondiente Pliego de Prescripciones Técnicas. Estos requisitos fueron publicados en la Plataforma de Contratación del Estado a las 12:53 horas del 17/12/2010”.
De los tres prototipos que se presentaron al concurso “solamente el de la empresa SOLTAM cumplía con las exigencias que se derivan del citado Pliego de Prescripciones Técnicas”. Los licitantes españoles (NTGS y EXPAL), “que presentaban una muestra previa que no cumplía con dichos requisitos, fueron informados de este extremo con anterioridad a la presentación de dicha
muestra previa”.
En cuanto a los incidentes producidos durante el proceso de evaluación del prototipo, “la única incidencia registrada no fue achacable a fallos de diseño o funcionamiento del o la munición de EXPAL utilizada, ni con la compatibilidad entre ambos sino exclusivamente a las condiciones en las que fue realizada la prueba”. Aquí hay que recordar que tal como informó Noticias de Almería, el mes de junio está prohibido hacer este tipo de pruebas por las altas temperaturas de la zona y el riesgo de incendio y sobrecalentamiento que existe, y que según la fuente consultada el suceso se produjo porque el mortero tenía el tubo de acero rodeado de un sistema amortiguador, y no dispone de un sistema eficiente de refrigeración, por lo que al recalentarse tras los disparos y producirse la combustión de la pólvora de los suplementos, se produce una acumulación de gases y la granada se autoenciende antes de tocar en el estopín del percutor.
Es decir, recalentamiento de los instrumentos en una fecha en la que por las altas temperaturas no se pueden hacer estas pruebas, y reconocimiento del Gobierno de que el fallo se produjo por las “condiciones en las que se hizo la prueba”.
“Dicho incidente no supuso un peligro para los sirvientes de la pieza ni para ninguno de los presentes, debido a que el seguro de la granada funcionó correctamente” se señala oficialmente, si bien testigos presenciales hablaban de que habían sido disparadas unas quincena de granadas, cuando una de ellas salió por la boca del mortero sin estar percutida, cayendo junto a éste, momento en que se produjo una llamarada de pólvora, que puso en peligro mortal a los dos operadores, que tuvieron que saltar del vehículo y desalojar la zona con urgencia.
Los Técnicos en Desactivación de Explosivos TEDAX tuvieron que actuar rápidamente y llegaron a avisar al responsable del operativo de la posibilidad de que tuvieran que destruir el vehículo para evitar su explosión incontrolada.
Aun así, la prueba se realizó con carga cuarta, ni siquiera con carga 6a que lleva más pólvora, por lo que el peligro de explosión hubiera sido aún mayor.
Pero si Defensa se saltó la norma en el tema de la fecha, también lo hizo cuando presuntamente permitió que vistieran uniforme del Ejército español personal de la compañia israelí SOLTAM Systems, contratista en asociación con Santa Bárbara Sistemas del grupo estadounidense General Dynamics como subcontratista, para la desmostración.
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