El novísimo misil antiaéreo S-500 será integrado al Ejército de Rusia después de 2015. Actualmente se fabrican en serie los modelos S-400 y S-300V4. Su volumen de fabricación aumenta, pero aún así no alcanzan a reemplazar todos los misiles de anteriores generaciones que aún tienen por delante un largo período de servicio activo. Del S-500 al S-300 y viceversa El plazo de la puesta del S-500 en servicio activo fue anunciado la semana pasada por el jefe de las tropas antiaéreas de Rusia, general de división, Víctor Gumennoi. De acuerdo al programa de reame estatal para los años 2011-2020, la defensa antiaérea debe recibir durante el primer lustro diez grupos de nuevos misiles. El S-500 está diseñado para derribar diversos tipos de misiles de mediano alcance, tanto balísticos como de crucero. Además, son capaces de eliminar aviones, drones y cosmonaves. El desarrollo del misil universal S-500U para la defensa antiaérea, las unidades antiaéreas del ejército y los navíos de la Marina de Guerra comenzó a mediados de los años sesenta, por iniciativa del Comando de Defensa Antiérea y la Oficina de Diseño KB-1 del Ministerio de la Industria de la Radio (ahora Laboratorios de Defensa Antiaérea Almaz-Antei ). El S-500U estaba destinado principalmente a derribar aviones. A fines del sesenta se decidió desarrollar un misil unificado para abatir aviones y misiles, bajo el código de P-300. La versión destinada para el ejército recibió el nombre de C-300B y debía operar principalmente contra misiles balísticos. La modificación desarrollada para el cuerpo de defensa antiaérea – el S-300P – tenía como su principal objetivo los aviones y misiles de crucero. Éste último, sirvió de base para el S-300F hecho para la fuerza naval. A pesar de todos los esfuerzos, el grado de unificación entre estos sistemas fue insuficiente. El S-300P y el S-300B tenían menos del 50 % de componentes similares en su parte de radares y prácticamente nada en el resto de sus partes. Con el colapso de la Unión Soviética quedaron suspendidos muchos de los proyectos de perspectiva, pero el perfeccionamiento de los sistemas de defensa antiaérea continuó. El primer modelo de la “familia de los 300” – el S-300PT remolcable – fue retirado definitivamente del servicio activo para mediados y finales de la década del noventa. La mayoría de los sistemas autopropulsados S-300PS, cuyo despliegue comenzó en mediados de los años ochenta, fue modernizada y recibió la denominación de S-300PM. Su versión S-300PMU destinada para la exportación se hizo mundialmente famosa. El antimisil S-300V, siendo mucho menos conocido, siguió en servicio operativo de las FFAA de Rusia, en su versión modernizada. Paralelamente se diseñó el misil de nueva generación S-400 y se reanudó el desarrollo del sistema unificado S-500 a un nuevo nivel tecnológico. Las dificultades de la fabricación en serie Formalmente, el S-400 se lanzó en serie a partir de 2006. El primer grupo de estos misiles se incorporó al servicio activo en 2007. Pero el proceso de fabricación resultó más lento de lo esperado. Se espera poder fabricar más misiles de ese tipo con la construcción de las plantas de Kírov y Nizhni Nóvgorod. La puesta en marcha de sus primeras líneas de producción está programada para 2015. La de Kírov fabricará misiles antiaéreos; la de Nizhni Nóvgorod, rampas de lanzamiento, radares y sistemas de mando. En estas circunstancias, la producción del S-400 puede alcanzar el volumen de cinco a seis grupos de misiles anuales para 2016. Si no se toman medidas extraordinarias, las FFAA recibirán entre dieciséis a veinte grupos de misiles menos de los cincuenta y seis previstos para el año 2020. De acuerdo a los datos disponibles sobre el avance del desarrollo del S-500, este misil apenas se pondrá a prueba en su versión completa a partir de 2015. Es difícil esperar su lanzamiento en serie antes de 2017. La modernización como salida Para 2020, las FFAA de Rusia pueden quedarse con veinte y cinco grupos de misiles S-400 y S-500 menos de lo programado. Los S-300V4 se podrán en dotación el ejército de acuerdo al programa, pero servirán para reemplazar los ya obsoletos S-300B. Sus entregas no ayudarán a cumplir el plan de reemplazo de los S-300P. En estas circunstancias, adquiere especial importancia la modernización de los S-300PM y quizá también de algunos modelos anteriores de la “familia de los 300” que sigan en servicio activo. Los componentes modernos pueden alargar el plazo de vida útil de estos sistemas, en cierta medida “tapando la brecha” del subcumplimiento de metas, en espera de que la fabricación de los S-400 y S-500 alcance su ritmo normal. Según fuentes distintas, las FFAA de Rusia cuentan actualmente con un total de ochenta a cien grupos de misiles S-300PS y S-300PM. Al menos cincuenta de ellos deberán permanecer en servicio activo después de 2020 para evitar la reducción del “campo de defensa antiaérea”.
El novísimo misil antiaéreo S-500 será integrado al Ejército de Rusia después de 2015.
Actualmente se fabrican en serie los modelos S-400 y S-300V4. Su volumen de fabricación aumenta, pero aún así no alcanzan a reemplazar todos los misiles de anteriores generaciones que aún tienen por delante un largo período de servicio activo.
Del S-500 al S-300 y viceversa
El plazo de la puesta del S-500 en servicio activo fue anunciado la semana pasada por el jefe de las tropas antiaéreas de Rusia, general de división, Víctor Gumennoi. De acuerdo al programa de reame estatal para los años 2011-2020, la defensa antiaérea debe recibir durante el primer lustro diez grupos de nuevos misiles. El S-500 está diseñado para derribar diversos tipos de misiles de mediano alcance, tanto balísticos como de crucero. Además, son capaces de eliminar aviones, drones y cosmonaves.
El desarrollo del misil universal S-500U para la defensa antiaérea, las unidades antiaéreas del ejército y los navíos de la Marina de Guerra comenzó a mediados de los años sesenta, por iniciativa del Comando de Defensa Antiérea y la Oficina de Diseño KB-1 del Ministerio de la Industria de la Radio (ahora Laboratorios de Defensa Antiaérea Almaz-Antei ). El S-500U estaba destinado principalmente a derribar aviones.
A fines del sesenta se decidió desarrollar un misil unificado para abatir aviones y misiles, bajo el código de P-300. La versión destinada para el ejército recibió el nombre de C-300B y debía operar principalmente contra misiles balísticos. La modificación desarrollada para el cuerpo de defensa antiaérea – el S-300P – tenía como su principal objetivo los aviones y misiles de crucero. Éste último, sirvió de base para el S-300F hecho para la fuerza naval. A pesar de todos los esfuerzos, el grado de unificación entre estos sistemas fue insuficiente. El S-300P y el S-300B tenían menos del 50 % de componentes similares en su parte de radares y prácticamente nada en el resto de sus partes. Con el colapso de la Unión Soviética quedaron suspendidos muchos de los proyectos de perspectiva, pero el perfeccionamiento de los sistemas de defensa antiaérea continuó. El primer modelo de la “familia de los 300” – el S-300PT remolcable – fue retirado definitivamente del servicio activo para mediados y finales de la década del noventa. La mayoría de los sistemas autopropulsados S-300PS, cuyo despliegue comenzó en mediados de los años ochenta, fue modernizada y recibió la denominación de S-300PM. Su versión S-300PMU destinada para la exportación se hizo mundialmente famosa.
El antimisil S-300V, siendo mucho menos conocido, siguió en servicio operativo de las FFAA de Rusia, en su versión modernizada.
Paralelamente se diseñó el misil de nueva generación S-400 y se reanudó el desarrollo del sistema unificado S-500 a un nuevo nivel tecnológico.
Las dificultades de la fabricación en serie
Formalmente, el S-400 se lanzó en serie a partir de 2006. El primer grupo de estos misiles se incorporó al servicio activo en 2007. Pero el proceso de fabricación resultó más lento de lo esperado.
Se espera poder fabricar más misiles de ese tipo con la construcción de las plantas de Kírov y Nizhni Nóvgorod. La puesta en marcha de sus primeras líneas de producción está programada para 2015. La de Kírov fabricará misiles antiaéreos; la de Nizhni Nóvgorod, rampas de lanzamiento, radares y sistemas de mando.
En estas circunstancias, la producción del S-400 puede alcanzar el volumen de cinco a seis grupos de misiles anuales para 2016. Si no se toman medidas extraordinarias, las FFAA recibirán entre dieciséis a veinte grupos de misiles menos de los cincuenta y seis previstos para el año 2020. De acuerdo a los datos disponibles sobre el avance del desarrollo del S-500, este misil apenas se pondrá a prueba en su versión completa a partir de 2015. Es difícil esperar su lanzamiento en serie antes de 2017.
La modernización como salida
Para 2020, las FFAA de Rusia pueden quedarse con veinte y cinco grupos de misiles S-400 y S-500 menos de lo programado. Los S-300V4 se podrán en dotación el ejército de acuerdo al programa, pero servirán para reemplazar los ya obsoletos S-300B. Sus entregas no ayudarán a cumplir el plan de reemplazo de los S-300P.
En estas circunstancias, adquiere especial importancia la modernización de los S-300PM y quizá también de algunos modelos anteriores de la “familia de los 300” que sigan en servicio activo. Los componentes modernos pueden alargar el plazo de vida útil de estos sistemas, en cierta medida “tapando la brecha” del subcumplimiento de metas, en espera de que la fabricación de los S-400 y S-500 alcance su ritmo normal. Según fuentes distintas, las FFAA de Rusia cuentan actualmente con un total de ochenta a cien grupos de misiles S-300PS y S-300PM. Al menos cincuenta de ellos deberán permanecer en servicio activo después de 2020 para evitar la reducción del “campo de defensa antiaérea”.
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