La nación Libia, ahora será un país dividido, gobernado por quienes no tienen el respeto ni de una mirada. País, donde los partes de guerra eran dados por el Coronel Muamar al Gadaffi, mandatario que gobernó hasta el día de su captura e inmediato asesinato.
Presenciamos a un no tan desvanecido mundo con sus horrores y crímenes contra pueblos bombardeados, la nación Libia amanecía con el magnicidio de su mandatario, quien, hasta ayer era escuchado en las Naciones Unidas, ahora, tras el cobijo y mentes de altos generales de guerra, mantenidos como escudos de acero para desatar crímenes desde algo llamado: OTAN, será el organismo que recibirá las culpas por las violaciones de los terroristas que hoy acunan.
Ataques inusitados sobre ciudades que más bien parecen cuentos macabros no propios de este siglo. Recientemente, rebeldes del Consejo Nacional de Transición fueron tras la importante ciudad de Brega, encontrando la muerte más de quinientos veinte de ellos.
Avanzadas exitosas mostradas desde cadenas noticiosas de Europa y Estados Unidos, mientras el control de importantes áreas del país ha sido mantenido por las tribus, mas voluntarios que se aprestan a defender su patria de la estrategia militar que bombardea desde aviones B-52, para luego, soltarle las amarras a los “rebeldes”.
El llamado Consejo de Transición es lo más parecido a un consejo de criminales a sueldo capaces de cometer atrocidades jamás hechas contra pueblo alguno. Para su operación en Libia reunieron a lo más selecto de los grupos terroristas de Al-Qaeda y Sidafistas criminales.
El CNT se propuso disolver un gobierno legítimo del Magreb y lo logro, suspendió el Buró Ejecutivo del gobierno sin ofrecer causas o excusas ante tamaña decisión. Mientras, Mustafa Abdel Yalil, fue autonombrado jefe del CNT, inmediatamente, ordenó a Mahmud Jubril, número dos en la rebelión, constituir un nuevo gabinete de ministros donde estén ausentes las tribus.
Este ejecutivo de oposición, recientemente había encargado a una nueva gestión en las zonas bajo control insurgente a quince de sus miembros, habiendo tomado la decisión de destituir a la anterior junta tras el polémico asesinato del General Abdel Fatah Yunis, quien fuera Jefe del Estado Mayor del Ejército libio, acusado de posibles vínculos con el régimen de Gadaffi.
Previamente, dieron a conocer el derrocamiento definitivo del líder de la Yamajiría, órgano superior del gobierno libio y mostraron un plan de desarrollo para el primer período de la etapa “post Gadafi”.
Mientras, una Organización de Naciones Unidas con una vetusta mente y cuerpo del pasado, quizás del peor de los atrasos históricos, políticos y sociales en el devenir de la humanidad, sin ningún miramiento ha ido en contra de todos las tribus que formaban el gobierno libio y apuestan por un grupo títere el cual irrumpe en la escena pública mundial mostrando no más que una inundación de sangre y fuego, llamado el Consejo Nacional de Transición.
La ONU antes que aprobar el reclamo mundial de crear definitivamente un Estado con estatus legal sobre las tierras que después de 1945 les robaron a los palestinos, prefieren seguir en el drama de mentirle al mundo y no dar la consideración respectiva a pueblos con un pasado reciente de lucha y que defienden su soberanía en la región.
Imagínense, tenemos una ONU divorciada del cuido y protección del orbe, mientras, andan aprobando ilegales resoluciones en contra de países independientes y soberanos, colocando al frente a grupos de mercenarios, terroristas, homicidas que están llevando a cabo una carnicería con inocentes ciudadanos libios
Así, arrancaron esta guerra sobre El Magreb, Libia fue el país escogido, todo comenzó con la resolución 1970 de la ONU del 26 de febrero del 2011. Con esto quisieron que los grupos de terroristas ya infiltrados fueran considerados como pobladores que exigían demandas y exponían sus necesidades.
Mientras la resolución prohibía la venta de armas al gobierno gadafista, Catar introdujo bajo el amparo de la Organización del Tratado del Atlántico Norte las armas necesarias, contando con la totalidad de la complicidad internacional la cual guardo silencio.
Luego, vino la resolución 1973 del 17 de octubre de 2011 donde ya habiendo logrado el deterioro del régimen, empezaron a arrojar la propaganda mundial de adopción de medidas que defendieran a la población civil que ellos mismos bombardean, y el número de víctimas existentes para ese momento sobre el terreno se justificaba con los delirios que excretan desde la oficina oval, esa fue la estrategia imperialista.
Inmediatamente, adoptaron tres principales órdenes: primera, adoptaron providencias necesarias para la protección de civiles, mientras la OTAN bombardea hogares afectos a Gadafi.
Segunda: establecieron la prohibición de todos los vuelos en el espacio aéreo a fin de ayudar a proteger a civiles, igual hicieron en Irak y despegaron los aviones de los aliados para bombardear ciudades enteras.
Tercera: modificaron el párrafo 11 de la resolución 1970 sobre el embargo de armas, de tal modo que autorizaban a todos los Estados miembros a inspeccionar territorios, barcos, buques y aeronaves con destino u origen de Libia.
Esta tercera medida, permitió al inicio de la guerra ir a asaltar un barco de bandera libia y robarle cientos de millones que el gobierno gadafista trasladaba hacia otros lugares, como estrategia por lo que se avecinaba, cosa legitima, pero la cual fue catalogada como el mayor de los pecados, y ahora ¿Dónde está el barco que trasportaba aquel dinero? Se lo robaron, mas nunca hablaron del mismo, igual sucedió con los más de 250 mil millones de dólares depositados en otros países y lo cual formaba parte de las reservas internacionales de aquel país africano.
Las primeras operaciones militares iniciadas desde la pasada primavera de marzo 2011 aún no han culminado. Los bombardeos son incesantes y la cantidad de muertos han pasado los cálculos que exhibieron públicamente desde la OTAN, su objetivo es el incremento considerado de fallecidos.
Todo indica que esté será el modelo de guerra ofrecido al mundo, esta es la pentagonizacion, gobiernos de guerra, mas el resurgimiento del terrorismo, tema en el que han empleado su mayor tiempo en esta reciente década y el cual hoy se invita como única salida.
Estamos presenciando la estructura más violenta de las potencias imperialistas, han querido institucionalizar la guerra como la base para un país fuerte, ahora, aliados con los que utilizan elementos de organizaciones terroristas mundiales, personajes movidos de un país a otro, incluso, fuera de sus áreas de influencia, armados y dotados con toda la artillería necesaria, quedando sin protección quienes queden al resguardo de estos grupos de diseminadores.
La violencia terrorista ha tomado el mundo, están asaltando la paz mundial, montan los asesinatos a cada gobierno que se levante hacia la vía de un mejor desarrollo de su humanidad.
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