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jueves, 22 de diciembre de 2011

Tambalea la alianza ruso-india para la defensa



La India ya reemplazo a China en importación de armas. Rusia quiere compensar la perdida de ventas a Beijing con mayores ventas a Nueva Delhi. Pero la historia reciente no le es favorable.



CIUDAD DE BUENOS AIRES (Urgente24). El gigante ruso de exportación de armas Rosoboronexport,está perdiendo el importantísimo mercado chino. Una de las razones, es porque el mercado chino está saturado de armas. Sobre todo de aviones de combate, y barcos para su Marina de Guerra. Convencida de que la guerra, será aeronaval (y espacial), China no está en absoluto interesada en comprar tecnología rusa obsoleta, para su numerosísimo Ejército de Tierra.

Por otro lado la India (el mayor importador de armas del mundo entre 2006 y 2010), otro de los grandes clientes de Rusia, está más interesado en adquirir tecnología y en fabricar sus propios productos que en adquirir armamento.

Rusia fue el mayor exportador de armamento a Asia, entre los años 2000 y 2004, alcanzando su mayor nivel en 2003 (33%) pero la situación ha cambiado entre los años 2005 y 2008, y después cayó al 23% entre 2005 y 2009. Se prevé que Rusia seguirá perdiendo cada vez más mercado en el sector de la defensa.

Con la India reemplazando a China como principal importador de armas del mundo, las empresas rusas de la industria de la defensa esperan que unas mayores ventas a la India vengan a compensar la caída en pico de las exportaciones a Beijing. En parte ocurrirá, y en parte no. 

Hasta ahora, los proveedores rusos y soviéticos han proporcionado alrededor de las dos terceras partes de las importaciones militares de la India. Sin embargo, si bien Rusia continuará siendo el mayor socio en términos de defensa por lo menos durante los próximos años, dado que ambos países ya han firmado contratos por miles de millones de dólares para el suministro de armas, la creciente competencia por parte de empresas occidentales y la creciente sofisticación de la industria local de la India podría llevar a Nueva Delhi a adquirir menos armas rusas.

El gobierno de la India viene hace años tratando de aumentar la capacidad de sus empresas para que estas fabriquen productos más sofisticados por su propia cuenta. Como parte de este proceso, los funcionarios indios han logrado imponerle a las empresas rusas y extranjeras a que se centren menos en ventas de sistemas completos llave en mano y en su lugar consientan a participar en programas compartidos de investigación, desarrollo y fabricación de nuevas tecnologías y sistemas de defensa. Los negociadores indios a menudo requieren que los nuevos contratos establecen una transferencia significativa de tecnología, y también regularmente insisten en que los gobiernos extranjeros presten su acuerdo para permitir que las empresas indias jueguen un papel en la producción (bajo licencia), mantenimiento y reparación de las armas.

Uno de los contratos de defensa más importante de la era India-Rusia se produjo en 1998, cuando ambos países establecieron una Joint Venture ruso-india BrahMos Aerospace para co-desarrollar y producir misiles tácticos supersónicos. Los misiles BrahMos incorporaban avanzadas tecnologías rusas, que Moscú no ha puesto a disposición de China o de ningún otro país, pero que se construyen en la India. En junio de 2007, las fuerzas indias de tierra comenzaron a desplegar misiles BrahMos-1 en el chasis de un camión Tatra. Por su parte, BrahMos Aerospace está probando actualmente una variante naval, el BrahMos-2. Versiones para ser lanzadas desde submarinos y aviones también se encuentran por estos días en fase de desarrollo.

Sin embargo, ambos gobiernos han llegado en los últimos años a otros importantes acuerdos de armas, y han establecido otra Joint Venture para investigar y desarrollar un avión de transporte medio para el transporte de ambas fuerzas, la india y la rusa. HAL y la rusa United Aircraft Cooperation, sociedad holding estatal para los productores rusos de aviones militares y civiles, que incluye a las corporaciones Sukhoi y MiG, que invertirán US$ 300 millones en un esfuerzo conjunto para crear un avión que pueda transportar 18,5 toneladas de carga hasta 2.500 kilómetros. Su objetivo es la fabricación de un primer prototipo apto para todo clima para el año 2017. La Fuerza Aérea de Rusia tiene la intención de comprar un máximo de 100 de estos nuevos aviones para reemplazar sus Il-214. La Fuerza Aérea de la India, por su parte, espera comprar al menos 35 para reemplazar su vieja flota de AN-32, que Rusia está actualizando bajo un contrato por separado por valor de casi US$ 400 millones.

Sin embargo, a pesar de esta cooperación, las relaciones ruso-india en lo que a armas se refiere, ha tenido problemas recurrentes, en especial, la crítica india respecto a la mala calidad de algunas armas rusas importadas. La metedura de pata más notaria de la industria la protagonizó la renovación del Almirante Gorshkov y su transferencia a la marina india . Después de la caída de la Unión Soviética, este portaaviones soviético, construido en 1978, se encontraba atracado en el astillero Sevmash en el norte de Rusia, mientras que los oficiales rusos debatían qué hacer con el barco. El empobrecido gobierno ruso no tenía los fondos suficientes para reparar y actualizar el buque.

En enero de 2004, el gobierno de la India negoció un contrato global con Rusia con la exportadora de armas estatal Rosoboronexport en virtud del cual la Armada de la India acordó la compra del portaaviones conjuntamente con una serie de aviones de combate para la nave por US$ 1,5 mil millones. De hecho, los indios recibieron los 44.500 toneladas de casco de la nave casi gratis (se vendió al costo del metal, como chatarra) a cambio de la compra a Rusia de nuevos aviones y helicópteros para el transporte y de la financiación de la reparación de la nave y su reequipamiento en Sevmash, que se pensaba entonces costaría cerca de US$ 1.000 millones. El gobierno ruso se comprometió a capacitar a la tripulación del barco indio, proporcionar apoyo logístico, suministrar una nueva infraestructura requerida por el nuevo puerto y a entregar diversos documentos técnicos sobre la forma de operar y mantener el buque.

Sin embargo, resultó que el astillero Sevmash no podía cumplir con los términos del contrato original, que estipulaba la entrega en agosto de 2008. La mayoría de los analistas rusos pronto concluyeron que las condiciones iniciales eran poco realistas a la luz de la dificultad de la tarea y el estado insuficientemente financiado de la industria de la construcción naval rusa, que había sido privada de fondos durante los primeros períodos de Yeltsin y Putin y había demostrado ser incapaz de atraer inversiones extranjeras. 

Otra complicación era que la Unión Soviética había construido su portaaviones en Ucrania, pero las empresas de Defensa ruso perdieron el acceso a aquellos astilleros cuando la Unión Soviética se disolvió en 1991.

Después de meses de duras negociaciones, Rusia e India renegociaron los términos del contrato.Cuando el primer ministro ruso, Vladimir Putin, visitó Nueva Delhi en marzo de 2010, los 2 gobiernos acordaron el nuevo precio para el proyecto del portaaviones y su complemento de aviones estimado en unos US$ 2.34 mil millones. La Armada de Rusia llevará a cabo 18 meses de pruebas en el mar con el portaaviones antes de transferírselo a la Armada de la India para finales del 2012. La fecha de entrega podría, por supuesto, aplazarse aún más habiendo además mucha incertidumbre acercad e si todos los 45 MiG-29K/KUBs destinados al portaaviones estarán listos para esa fecha. Los pilotos de la India, por su parte, está entrenándose para volar los MiG-29K, practicando despegues y aterrizajes en el Almirante Kuznetsov ruso, un "crucero de carga de aviones pesados” cuyo pequeño número de aviones le niegan la funcionalidad de un portaaviones completo.

Sin embargo, a pesar del continuo interés de la India por adquirir el portaaviones, los analistas rusos temen que los problemas con la nave y otros negocios de armas del pasado perjudicarán la capacidad de Rusia para competir frente a nuevas pedidos del gobierno indio. En julio de 2009, el presidente Dmitry Medvedev ha descrito el asunto Gorshkov como una "experiencia muy difícil" en las relaciones ruso-indias. Advirtió que: "El barco debe ser terminado. De lo contrario habrá graves consecuencias". Unas semanas más tarde, el Contralor y el Auditor General de India llegó a la conclusión de que para la India hubiera sido mejor comprar un portaaviones totalmente nuevo en lugar de aceptar “el regalo de Rusia". "En el mejor de los casos, la armada india estaría comprando, si bien tarde, un barco de segunda mano con una vida útil limitada por el que estará pagando mucho más de lo que habría pagado por un buque nuevo", dijo la oficina del auditor en su informe anual.

El submarino nuclear K-152 Akula-II clase "Nerpa" (Chakra) que la India está alquilando de Rusia por el plazo de 10 años demostró ser igualmente problemático. En el marco del contrato de arrendamiento, la India proporciona cientos de millones de dólares para terminar la construcción del Nerpa en el astillero Amur, a cambio del uso por 10 años de la nave y la formación de la tripulación rusa en la India. Estaba programado que el Nerpa se uniese a la Armada de la India como el Chakra del INS en 2008, pero retrasos en la producción, junto con una liberación accidental de gas freón tóxico del sistema automático contra incendios del buque de noviembre de 2008 que mató a 20 personas e hirió a muchas más, retrasó la transferencia hasta el año 2010.
Más recientemente, han surgido informes sobre los problemas de la India en la producción de 1000 tanques de batalla T-90 que Nueva Delhi adquirido bajo licencia de Rusia en 2001 después de que el tanque indio "Arjun" se encontró con problemas de producción. En ese momento, la India compró 300 tanques de un tirón, convirtiéndose en el primer cliente de exportación para el T-90, en servicio con el Ejército ruso desde mediados de la década de 1990. El ministro indio de Defensa,Pallam Raju, ha dicho que la fabricación en la India de los tanques T-90 representa un "hito importante" para lograr la autosuficiencia militar de la India. A fecha de hoy, sólo se habían fabricado 150 de los esperados 1.000 tanques T-90. Fuentes indias citan los impedimentos de Rusia en la transferencia de la tecnología y las líneas de montaje rusas necesarias para construir los tanques. Las fuentes rusas han negado esa afirmación, y en su lugar especulan con que son los Indios quienes están tratando de responsabilizarlos por los fracasos de los subcontratistas de la India.

Pero estas dificultades no han podido con Rusia quien está decidida a mantener su mayor cliente, ofreciéndole incluso a la India su tecnología militar más sofisticada al mismo tiempo que trata desatisfacer las demandas de la India para transformar la relación bilateral de comprador-vendedor en una basada en la producción y comercialización conjunta de armas entre Rusia e India para terceros países.

Como resultado, los 2 países están comprometidos en el desarrollo conjunto de un avión stealth de combate de quinta generación. Aunque la definición de quinta generación es imprecisa, por lo general se acepta que el avión se vuelve casi invisible a los radares convencionales. Además, la quinta generación de aviones de combate avanzados posee armas integradas y sistemas de navegación y de control que utilizan el estado de la tecnología más avanzada, como la inteligencia artificial, para lograr mayor maniobrabilidad y capacidad bélica. 

En octubre de 2007, la Corporación Sukhoi, que había estado buscando un socio extranjero durante 5 años, y la estatal india Hindustan Aeronautics Limited (HAL), firmaron un acuerdo intergubernamental para el desarrollo conjunto y la producción de un avión furtivo cuyos costes de desarrollo podrían superar los US$ 10 mil millones. Hasta ahora, sólo USA produce la quinta generación de aviones.

Claro que aún entre socios hay diferencias. Cada lado, naturalmente, quieren una mayor participación. Rusia se muestra reacia a permitir que las empresas indias desarrollen algunos de los componentes más modernos y sofisticados del avión. Pero se espera que la participación de la parte india en el proyecto aumente a medida que avanza el proyecto. India aportará el 30% del diseño total del proyecto, incluidos los componentes de material para su función de sigilo.

Más recientemente se supo que el el nuevo submarino ruso de la serie Amur participa en la licitación anunciada en la India para la compra y la producción tipo Leasing de 6 sumergibles no atómicos y es uno de los aspirantes a ganarla. 

Rusia presenta el submarino Amur-1650 a la licitación convocada por la India para la compra y fabricación bajo licencia de submarinos no nucleares. 

El proyecto de submarino Amur-1650 está equipado con un complejo de armas que incluye misiles antibuque y la posibilidad de ser lanzados en salvas. El Amur-1640 es asimismo capaz de llevar a cabo una misión nueva para los submarinos no nucleares: abatir objetivos terrestres con misiles de crucero de largo alcance. 

El Amur-1650 tiene 68,8 metros de largo, una profundidad de inmersión de 300 metros, una velocidad subacuática de 19 nudos, una autonomía de 45 días, una tripulación de 35 personas, 6 tubos lanzatorpedos calibre 533 milímetros, y una reserva de misiles y torpedos de 18 unidades.

El submarino Amur presentado en la India, pasó con éxito las pruebas fabriles de navegación. Se distingue por alto poder de fuego y una “invisibilidad” elevada gracias a un nuevo recubrimiento hidro-acústico. No obstante, Víctor Litovkin, redactor jefe de Revista Militar Independiente, se muestra cauteloso en cuanto al pronóstico de ganador de la licitación india con los siguientes argumentos:

> Muchos submarinos Diesel de la India son de fabricación soviética y rusa. Pero hay que comprender una cosa. La dirección rusa se enrumba a diversificar sus compras militares. Porque casi el 80% de todo el material bélico del país procede de Rusia. Por eso las posibilidades de aumentar esta cifra no son muy altas. 

> Al propio tiempo, la diseñadora del submarino: la Oficina de Material Naval “Rubín”, perfeccionó considerablemente el submarino Amur adecuándolo a los requisitos de las Fuerzas Navales de la India. Este está provisto de una instalación energética independiente de aire, puede portar nuevos misiles, incluyendo misiles crucero supersónicos ruso-indios Bramos. De modo que hay posibilidades de éxito, si bien los rivales, los alemanes y suecos, también tienen qué ofrecer. Sin embargo, el éxito o revés, en una licitación no cambia el cuadro general de la cooperación tecno-militar ruso-india, que se desarrolla viento en popa. 




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