El diario estadounidense “The Washington Post” publicó el 3 de agosto los análisis de varias personalidades sobre el probable plan del Pentágono para atacar a Irán. La primera opción parece ser el uso de bombarderos estratégicos invisibles B-2 y misiles cruceros.
A criterio de los analistas, los misiles cruceros podrían lanzarse desde buques de guerra, submarinos y bombarderos B-2 en el aire, sobre todo contra las instalaciones antiaéreas y nucleares de Irán. Acto seguido, los bombarderos B-2 lanzarían toneladas de bombas, incluidos misiles penetrantes de tierra, para bombardear blancos reforzados y simulados de Irán, poniendo énfasis en las instalaciones dedicadas al enriquecimiento de uranio y a la fabricación de ojivas nucleares.
Thomas Mcnerney, ex alto oficial de la Fuerza Aérea Estadounidense, también manifestó que tras el lanzamiento de misiles cruceros, bombarderos B-2 volarían hasta el espacio iraní. Toda la operación duraría sólo unos cuantos días.
A criterio de John Parker, analista militar del sitio web Global Security Network, aunque Irán tiene numerosos blancos sensibles, sólo 6 instalaciones nucleares son de vital importancia, de modo que si estas instalaciones son destruidas, morirá un gran número de técnicos y el programa nuclear iraní quedaría considerablemente obstruido, e incluso podría detenerse. Además, casi todas las instalaciones nucleares de Irán se encuentran en zonas aisladas, de manera que las bajas colaterales no serán gran preocupación para las tropas estadounidenses.
Al mismo tiempo, Parker esgrimió la osada teoría de que la magnitud de ataque aéreo de EEUU contra Irán sobrepasará la del ataque aéreo israelí de 1981, contra el reactor nuclear iraquí en Osiraq, y que será más parecido a lo sucedido al comenzar la Guerra de Irak en 2003: Unidades de bombarderos B-2 saldrán secretamente de EEUU para realizar un ataque relámpago contra dos tercios de los blancos sospechosos de Irán. (Pueblo en Línea)
06/08/2010
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