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sábado, 28 de enero de 2012

La F-105 hará un crucero de resistencia de dos meses


La Armada está perfilando ya la programación de actividades de la fragata F-105, bautizada como Cristóbal Colón, para el año de garantía después de que Navantia se la entregue a la Marina, algo que está previsto para este mismo verano, según los últimos calendarios ofrecidos.

Como ya sucedió con sus cuatro predecesoras, entre las diferentes actividades operativas se incluye un crucero de resistencia que durará alrededor de dos meses. En él se enmarcará la navegación hacia las costas de Estados Unidos para que pueda realizar las pertinentes pruebas de lanzamiento de misiles, uno de los momentos más importantes de la preparación de la unidad antes de su entrada definitiva en servicio para ser destinada a cualquier tipo de misión.

Aunque la decisión final al respecto todavía no está cerrada, todo apunta a que será en el polígono de tiro de San Diego donde se realizarán las mencionadas pruebas.
Antes, la que será la fragata más moderna de la Armada española -en la actualidad lo es la F-104- pasará por toda una serie de adiestramientos individuales. En otras palabras, se irá realizando el acoplamiento de la dotación al buque sin trabajar con otras fragatas, amén de realizar todo tipo de pruebas. Posteriormente se hará la denominada evaluación de sistemas, se abordará una calificación operativa en Rota y, por último, ese desplazamiento hacia Estados Unidos.

Todos los errores o ajustes que se detecten se corregirán en Navantia y la unidad podrá entrar en servicio, aproximadamente, en verano del 2013.

La robótica y los misiles dominarán el escenario


La crisis económica ha acelerado los anuncios sobre las nuevas doctrinas militares tal como lo reconoció el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, al presentar recortes en el presupuesto de defensa 2012 y plantear una nueva visión norteamericana para enfrentar los problemas de seguridad internacional a escala global. El presidente Obama destacó, entre otros conceptos, que las fuerzas armadas convencionales serán menores en número, tecnológicamente más eficaces y se otorgará prioridad a las operaciones militares encubiertas. En este contexto, el ciberespacio, la guerra teledirigida y la inteligencia serán los instrumentos principales que permitirán, entre otros efectos, ampliar de manera geométrica la capacidad militar ofensiva y reducir sustancialmente las fuerzas convencionales desplazadas fuera de la frontera norteamericana. Dos conceptos que parecían antagónicos.
Los denominados ‘drones’, versiones de aviones no tripulados, ya han entrado en escena en Irak, Afganistán, Yemen, Pakistán y en Libia. Los misiles crucero como el Predator ha sido uno de los más conocidos y el Raven el de menor tamaño (90 cm). Sin embargo, el próximo drone de efecto instantáneo será el ‘Advance Hipersonic Weapon’. El AHW, con capacidad de atacar un blanco con precisión quirúrgica, deja de relieve el grado de cambios tecnológicos que se avecinan cuando desde una consola en Washington se puede bombardear cualquier lugar del planeta en un plazo máximo de 60 minutos.
El mensaje de Washington es que Estados Unidos no tiene la intención de abandonar la supremacía militar. La proyección de la capacidad tecnológica lo deja en evidencia. Ningún país puede hoy imitar ese poder. Los cambios de concepción estratégica, con rasgos de ciencia ficción, pronostican el paulatino abandono de las guerras de ocupación del tipo de Irak o Afganistán, el combate hombre a hombre, la lucha aérea o la guerra naval. La robótica y los misiles dominarán el escenario. De hecho ya está ocurriendo contra Pakistán y, en términos de inteligencia, con Irán.
El presupuesto de defensa de Estados Unidos 2012 es de 662 mil millones de dólares. Esta cifra, aunque menor a la del 2011, es superior a la suma de los gastos militares de las 10 principales potencias del mundo. El arsenal nuclear también convierte a la estructura militar y tecnológica norteamericana como inabordable por ningún otro país en el planeta. Los arsenales nucleares, los sistemas de lanzamiento estratégico y los procesos de renovación y modernización tecnológica continúan protegidos de eventuales ajustes económicos.
De acuerdo al Secretario de Defensa, León Panetta, los cambios de estrategia militar implican también el reconocimiento de nueva áreas geográficas de prioridad para los intereses de seguridad de Estados Unidos. En ese sentido, Asia-Pacífico ha reemplazado a Europa en términos estratégicos. La justificación fue destacada por el Presidente Obama en su reciente visita a Australia y es la de “detener el expansionismo chino y proteger a aliados especiales como Japón y Corea del Sur”. El concepto parecería reproducir, salvando las diferencias de época en un mundo globalizado, la formulación del presidente Truman que iniciaron en 1947 el ci-clo de confrontación conocido como el de la guerra fría.

Misiles nucleares de Estados Unidos se quedan en Bélgica


(SPANISH.CHINA.ORG.CN) – La estrategia de seguridad diseñada por el Gobierno del presidente estadounidense, Barack Obama, que recortará en 500.000 millones de dólares su presupuesto de defensa en la próxima década, no contempla de momento la retirada de sus armas nucleares emplazadas en la base de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) en Kleine Brogel, en Bélgica.

Los reajustes y la decisión de centrarse más en Asia no tendrán un impacto en ese estratégico enclave, aseguró a los medios de comunicación en Bruselas el secretario de Estado para Asuntos Europeos y Euroasiáticos de Washington, Philip Gordon.

“No nos hemos planteado una modificación” en lo que al despliegue de nuestras armas nucleares tácticas en Europa se refiere, subrayó el funcionario. “Estados Unidos piensa que la OTAN debe seguir siendo una Alianza nuclear mientras existan armas nucleares en este mundo”.

Además, Gordon dejó claro que su Gobierno “continuará desplegando” elementos del sistema de defensa antimisil que quiere impulsar junto a la Alianza Atlántica, tal y como pactaron los jefes de Estado y de Gobierno miembros del bloque en la cumbre celebrada en noviembre pasado en Lisboa.

En ese evento, el entonces presidente español, José Luis Rodríguez Zapatero, con el conocimiento del Partido Popular, actualmente en el poder, puso a disposición de Estados Unidos la base naval de Rota en Cádiz como “apoyo logístico” para el escudo de defensa antimisiles de la OTAN.

A partir de 2013, Washington prevé destinar cuatro buques dotados con el sistema AEGIS a la base gaditana, aunque el Gobierno de Mariano Rajoy debe negociar todavía las condiciones mutuamente aceptables de dicho despliegue.

También Turquía, Países Bajos, Rumanía y Polonia han aprobado que Estados Unidos utilice su territorio para emplazar sistemas de radares de alerta temprana, interceptores de misiles y un sistema terrestre SM-3, mientras Francia ofreció aportar satélites, aunque recela de “ponerlos bajo mando de la OTAN”.