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sábado, 14 de agosto de 2010

El mítico Cuerpo de Marines puede tener los días contados


Fueron creados en 1775 para luchar por la independencia de Estados Unidos de la Gran Bretaña. «Perros del infierno» les llamaban los soldados alemanes contra los que lucharon en la Primera Guerra Mundial. Hoy, el Cuerpo de Marines sigue llevando ese nombre de guerra con orgullo.También presumen de haber plantado la famosa bandera de Iwo Jima, de haber sido los grandes protagonistas de las guerras de Corea y de Vietnam, de haber combatido en Afganistán y en Irak y de ser para mucha gente la quintaesencia de la tradición militar norteamericana. Una quintaesencia que puede tener los días contados.El secretario de Defensa, Robert Gates, ha abierto la posible caja de los truenos llamando públicamente a reconsiderar el futuro de los marines. Este cuerpo se ha alejado cada vez más de su condición original de Infantería de Marina para convertirse en una especie de segundo ejército de tierra. Hace tanto tiempo que los marines no «desembarcan» que ni siquiera participaron en el último y más famoso desembarco de toda la historia de Estados Unidos, el del 6 de junio en la playa de Omaha, en Normandía. Fueron la Primera División de la Armada y la 29 de Infantería.Hace tiempo que los marines son más soldados de tierra firme, donde a menudo se les ha usado por su condición de tropa ligera y de despliegue rápido. Pero esto provoca que, de los 202.000 miembros del Cuerpo de Marines, menos de un 14 por ciento haya entrado en combate en los últimos años. Sólo un 3 por ciento ha ido a Afganistán. La mayoría se dedican a proteger embajadas y consulados americanos en todo el mundo, a guardar el retiro presidencial de Camp David y a hacer de elegante guardia de gala en la Casa Blanca.Todo esto es muy bonito, pero el problema es que cuesta 40.000 millones de dólares al año, un 6 por ciento del presupuesto de Defensa en un momento en que financieramente el Pentágono hace agua. Entonces los halcones piden desbandar a los marines entre otras unidades del ejército y encargar la custodia de embajadas a contratistas privados.¿Se atreverá Gates a tanto? De momento el secretario de Estado sólo habla de que los marines vuelvan a su función original. Lo que pasa es que eso es tanto como invitarles a desaparecer porque, con el moderno alcance de los misiles, el futuro de una Infantería de Marina parece cuanto menos complicado.La Infantería de Marina norteamericana sería la más antigua del mundo de no verse superada por la española, que se creó en 1537, a partir de los Tercios Viejos, y que también fue la primera en contar en sus filas con una mujer. Se llamaba Ana María de Soto y se alistó en 1793, bien es verdad que disfrazada de hombre y haciéndose llamar Antonio. La licenciaron en 1798 al descubrir la verdad. Pero la licenciaron con grado y con sueldo de sargento, tan impresionados estaban por cómo había combatido.



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