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sábado, 7 de agosto de 2010

Rusia garantiza que no habrá genocidio en el Cáucaso

Los dos años transcurridos desde los tiempos de la "guerra de cinco días" en el Cáucaso han revelado la certeza de las decisiones tomadas entonces por Rusia. Cambió también la postura de la dirigencia de los países de la UE. Su en agosto de 2008, en Europa gritaban sobre el ataque de Moscú a Tiflis, hoy allí reconocen el hecho de la agresión de Georgia contra Osetia del Sur y la legalidad de la respuesta rusa al régimen de Saakashvilli. El presidente Dimitri Medvedev hizo, hace dos días, un balance de la diplomacia de dos años sobre el problema del Cáucaso, respondiendo a una pregunta de un periodista de "La Voz de Rusia". -Regresando a los hechos de hace dos años quiero decir que considero todas las decisiones tomadas en aquel período absolutamente justificadas y que mostraron su eficacia, indica el jefe de Estado. Nuestro país llegó a socorrer a los pueblos de Abjazia y de Osetia del Sur, y lo hizo en una situación crítica, cuando estaba amenazada la identidad misma de ellas, su existencia, defendió esos pueblos. Quienes manifestaron inquietud han podido convencerse de que las acciones de Rusia estuvieron dictadas tan solo por el deseo de conservar la vide de las gentes que fueron víctimas de la agresión.A juicio dl mandatario ruso, un acuerdo sobre el no empleo de la fuerza entre Georgia, por una parte, y Osetia del Sur y Abjazia por la otra puede estabilizar la situación en la región. Este asunto se plantea regularmente durante las discusiones de Ginebra sobre la solución en Transcaucasia. Sin embargo, Georgia se niega a firmar este documento.Es de recordar que la situación en la zona del conflicto georgiano-suroseta se agravó considerablemente al atardecer del 1º de agosto de 2008. Las tropas georgianas lanzaron un ataque masivo a Jinval y a otras localidades y, en la madrugada del 8 de agosto comenzaban el asalto a la ciudad suroseta, disparaban y atacaban las posiciones de los pacificadores rusos que se encontraban allí por mandato de la ONU. Rusia, para proteger a sus militares y a los civiles de Osetia del Sur, muchos de los que tienen pasaporte ruso, respondió con la operación de la "imposición de la paz a Georgia. En cinco días, el ejército georgiano era expulsado del territorio de Osetia. Moscú logro frenar la agresión e impedir el genocidio del pueblo oseta. Poco después de esos acontecimientos, Rusia reconocía de jure la independencia de Osetia del Sur y de Abjazia, de las dos repúblicas, las que hacía como veinte años existían como Estados independientes. Dos años mas tarde, expertos tanto rusos como occidentales se empeñan en sopesar las consecuencias de la georgiano-suroseta. Ellos destacan que, tal solución del conflicto caucásico permitió a Moscú robustecer sustancialmente sus posiciones geoestratégicas en el Cáucaso. En esencia, al día de hoy, Rusia es el único garante de la seguridad en esa explosiva región. Hoy, todos deben ser conscientes de que la situación en el Cáucaso ha cambiado radicalmente. No cabe hablar de la "reintegración" a Georgia de Osetia del Sur y de Abjazia, subrayan no solo expertos rusos, sino también europeos. Y aquellos esfuerzos que algunos Estados empeñan en hacer tambalear la ya inestable situación en el Cáucaso son dignos de un mejor empleo. Por ejemplo, inducir a Georgia a que, finalmente, firme un acuerdo de no empleo de la fuerza con Osetia del Sur y Abjazia.Sin embargo, difícilmente sea capaz el actual régimen en Tiflis de calibrar las ventajas de una solución de paz de los delicados problemas. De ahí que Dimitri Medvedev, al cabo de dos años vuelva a subrayar: la responsabilidad de los hechos de agosto de 2008 recae plenamente sobre la dirigencia de Georgia y de su presidente Mijail Saakashvili. En lo que respecta al pueblo de Georgia, Rusia está dispuesto a restablecer con él las tradicionalmente relaciones fraternales. Y hasta entonces, Rusia garantiza que no habrá genocidio en el Cáucaso.


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