Marta Riesgo
“WikiLeaks es imparable. Si acaban con Assange, lo matan o lo encierran, va a ser peor, porque crearán un mártir” y la sociedad “se solidarizará más con este fenómeno”, asegura a LA GACETA el famoso bloguero Enrique Dans. Para este experto en Internet y nuevas tecnologías, la página de filtraciones “responde al hecho de que, a través de la red, todos estamos interconectados y nadie puede ejercer el control total sobre Internet”.
Tanto es así que, aunque el Gobierno de Estados Unidos ha impuesto una férrea presión para acabar con la página web de filtraciones –ayer mismo llegó la orden de arresto contra Assange al Reino Unido–, varios simpatizantes ya han creado cerca de 200 mirrors, –páginas que reflejan todo el contenido de otra web–, para parar el bloqueo. Así, “será imposible acabar con WikiLeaks”, explica Dans. “Estados Unidos facilita un efecto llamada” que despierta a la ciudadanía y “les anima a utilizar sus recursos para compartirlos con esta web”.
La dirección Wikileaks.org no es accesible desde el viernes después de que la empresa estadounidense EveryDNS.net, que gestiona la dirección, la cancelara. Además, otras empresas norteamericanas como la tienda virtual Amazon y el servicio de pagos online PayPal también han cortado sus vínculos con WikiLeaks. “Estas empresas han alegado algo bastante vano y absurdo y se les ha expulsado por la presión del Gobierno norteamericano”, asevera. De hecho, Dans cree que esta actuación empeora la imagen de estas empresas, pues “cuando yo tenga que contratar un servicio ya sé que, en cuanto algún Gobierno ejerza presión, me expulsarán”.
“No se puede eliminar una información por motivos ideológicos”, denuncia, porque “así es como actúan las dictaduras o algunos regímenes”. Los límites en Internet “son necesarios en casos como la pornografía infantil u otros delitos pero no se puede entrar en cuestiones ideológicas”.
Con WikiLeaks “cualquiera puede hacer públicas sus informaciones sin riesgos” porque “esta web te explica como enviarla sin que nadie se entere”. De hecho, comenta, “en el caso del soldado Bradley Manning –uno de los detenidos por las filtraciones– fue por falta de discreción”.
La página de Julian Assange “explota un argumento más ético y moral” porque facilita que las personas “puedan denunciar lo que consideren poco ético”.
“Si la sociedad apoya a WikiLeaks puede conseguir que los Gobiernos se adapten y aumente su transparencia”, comenta. Así “se puede exigir más sinceridad a los políticos y si no, votaremos a otro”.
http://www.intereconomia.com/
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