El ministro de Exteriores de Rusia, Serguei Lavrov, advirtió este martes de que existen planes para frustrar la misión de los observadores de la ONU en Siria y expresó confianza en que esos intentos fracasen.
“Espero que quienes tratan de hacer fracasar la misión de los observadores de la ONU en Siria no puedan realizar sus planes”, declaró Lavrov en una rueda de prensa en la capital tayika, Dushambé.
El canciller ruso recalcó que la “misión de los observadores es indudablemente un factor positivo”.
“Estoy convencido de que la presencia de los observadores ha jugado ya un papel positivo. Contamos con que próximamente su número aumentará a 300, tal como lo prevé la resolución del Consejo de Seguridad de la ONU aprobada el sábado”, agregó.
El jefe de la diplomacia rusa señaló que un número mayor de observadores en Siria permitirá recabar mayor información sobre la situación en el país basada en hechos reales.
“Lamentablemente, no son pocas las especulaciones en los medios informativos que citan fuentes que no son siempre de fiar”, aseveró.
Tras más de un año de violentos enfrentamientos, Siria vive actualmente un frágil alto el fuego entre las fuerzas gubernamentales y el Ejército Libre de Siria, brazo armado de la oposición, pactado conforme al plan de paz del enviado especial de la Onu y la Liga Árabe, Kofi Annan.
El primer grupo de observadores de la ONU, encargados de supervisar el cese del fuego, llegó al país el pasado 15 de abril. El número total de la misión ascenderá a 300 observadores, según una resolución aprobada por el Consejo de Seguridad de la ONU el sábado pasado.
Según datos de la ONU, el saldo mortal por el conflicto sirio supera ya las 9.000 personas. El Gobierno del país árabe reporta, a su vez, más de 3.200 civiles muertos, así como más de 2.500 bajas mortales entre los soldados y policías que se enfrentan a milicias fuertemente armadas.
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