Catorce soldados murieron este viernes en una emboscada de los rebeldes en el sur de Siria, un día después de una sangrienta jornada para el ejército del régimen, que el jueves había perdido casi un centenar de efectivos.
El número de bajas por día en el ejército sirio es de unas 20, lo que suma cerca de 10.000 soldados muertos desde que comenzó la revuelta en marzo de 2011, mientras que hay un número casi igual de heridos, según una fuente hospitalaria.
En agosto, esta fuente había dado cuenta de más de 8.000 soldados muertos.
El mal momento para las fuerzas del régimen continuó este viernes con un ataque en Jirba, en la provincia de Deraa (sur), en el que murieron 14 soldados y seis insurgentes, según el opositor Observatorio Sirio de los Derechos Humanos (OSDH), una organización con sede en Gran Bretaña que se informa a través de militantes y de médicos en el terreno.
Según esta organización, la violencia dejó este viernes 96 muertos, de los cuales 41 soldados, 27 rebeldes y 28 civiles.
El jueves, las fuerzas del régimen de Bashar al Asad sufrieron el mayor números de bajas mortales en una sola jornada desde que comenzó el conflicto, con 92 soldados muertos. Esa misma jornada murieron al menos 248 personas en Siria.
Entre los soldados muertos el jueves, 36 fueron registrados en la provincia de Idleb (noroeste) donde intensos combates tienen lugar entre soldados y rebeldes. Estos últimos han tomado el control de posiciones claves en Maaret al Nooman y Saraqeb en los últimos días.
Según el OSDH los rebeldes interceptaron un mensaje de radio este viernes del comandante de la base de Wadi Daif, la más importante de la zona, pidiendo ayuda.
Este organismo indicó además que los rebeldes capturaron a 256 soldados en una semana de combates en Jirbet el Joz y otras localidades de la región de Jisr el Shughur, en esta misma provincia.
Selon l'OSDH, les rebelles ont fait prisonniers 256 soldats en une semaine de combats à Jirbet el-Joz et d'autres localités de la région de Jisr el-Choughour, dans cette même province.
En Alepo, el director del hospital universitario acusado por la oposición de apoyar al régimen y secuestrado en julio, fue asesinado y su cuerpo fue hallado este viernes, anunció a la AFP un médico amigo de la víctima.
Signo de la tensión en aumento entre Siria y Turquía, país que oficia como base de retaguardia de los rebeldes sirios y que reclama la partida de Asad, un avión caza turco obligó este viernes a un helicóptero sirio que se acercó demasiado a la frontera entre los dos países a alejarse, informó a la AFP un responsable turco.
Las relaciones entre Turquía - mayoritariamente sunita y dirigida por un gobierno islámico conservador - y Siria, gobernada por una minoría alauita (una rama del chiismo), alcanzaron su peor nivel después de que cinco civiles turcos murieran el 3 de octubre en un pueblo fronterizo, alcanzados por un obús sirio.
El miércoles la tensión entre ambos países aumentó cuando Turquía interceptó un avión civil que iba de Moscú a Damasco.
El jueves, el primer ministro turco Recep Tayyip Erdogan afirmó que transportaba "municiones" y material militar proveniente de un fabricante ruso.
El canciller ruso, Serguei Lavrov, afirmó que el avión de Syrian Air interceptado por Turquía transportaba "material de radar", una carga "legal".
"El avión transportaba una carga legal, que un proveedor ruso legal pretendía entregar de manera legal a un cliente legal", dijo el jefe de la diplomacia rusa a la cadena de televisión NTV, y añadió que se trataba de "material técnico electrónico para estaciones de radar".
Según el periódico ruso Kommersant, se trata de piezas de un radar antimisiles rusos destinadas a las baterías antiaéreas sirias.
Erdogan "continúa su serie de declaraciones mentirosas que apuntan a justificar el comportamiento hostil de su gobierno con respecto a Siria", replicó el ministerio sirio de Relaciones Exteriores en un comunicado, desmintiendo una vez más la presencia de armas a bordo del avión.
El presidente francés François Hollande dijo el jueves que existía un "riesgo" de escalada entre Siria y Turquía, a la que felicitó por su "moderación.
El mediador internacional para Siria, Lajdar Brahimi, inició el jueves en Arabia Saudita una nueva gira regional para tratar de encontrar una salida al conflicto sirio.
Este viernes se reunió con el rey Abdalá para evocar "la forma de que cese toda la violencia (...) y las violaciones de los derechos humanos" en Siria, explicó a la agencia SPA.
En Líbano, el jefe del Hezbolá chiita libanés, Hassan Nassralá, afirmó el jueves que miembros de su partido combatían contra los rebeldes sirios, pero a título individual y sin mandato del movimiento, aliado de Damasco.
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