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miércoles, 31 de marzo de 2010

La destrucción de instituciones educativas o su uso militar es un crimen de guerra


Dirk Adriaensens Tribunal BRussell
Traducción para Rebelión de Loles Oliván

“El sistema educativo de Iraq antes de 1991 era uno de los mejores de la región con una tasa bruta de matriculación de más del 100% en la enseñanza primaria y un alto nivel de alfabetización, tanto en hombres como en mujeres. La educación superior, especialmente las instituciones científicas y tecnológicas, igualaban la norma internacional y contaban con un personal altamente cualificado” (Fact Sheet, UNESCO, 28 de marzo de 2003)” [1]. Como resultado de la ocupación estadounidense en curso, el Iraq de hoy es más analfabeto que hace cinco o veinte cinco años debido a que el gobierno de EE.UU. y las fuerzas estadounidenses que ocupan Iraq comenzaron a desenraizar y a destruir todos los aspectos de la educación iraquí. El sistema educativo iraquí era el objetivo de la acción militar estadounidense porque la educación es la columna vertebral de cualquier sociedad. “Sin un sistema de educación eficiente ninguna sociedad puede funcionar”, escribía Gali Hasan en mayo de 2005 [2]. Los hechos han demostrado que tenía razón. Esta es también una de las conclusiones del libro Limpieza cultural en Iraq [3]. Un informe reciente de la UNESCO, Educación bajo ataque, Iraq, 2010, de fecha 10 de febrero de 2010, concluye que “[…] Aunque la seguridad general en Iraq había mejorado, la situación a la que se enfrentaban escuelas, estudiantes, profesores y académicos seguía siendo peligrosa”[4] . La destrucción de la educación de Iraq sigue en marcha.

Presentemos algunos hechos al azar que dan muestra de la magnitud de la destrucción del sector educativo de Iraq bajo la ocupación: El director del Instituto para el Liderazgo Internacional de Naciones Unidas [5], publicó el 27 de abril 2005 un informe [6] que detalla cómo desde el inicio de la guerra de 2003, aproximadamente el 84% de las instituciones de educación superior de Iraq han sido incendiadas, saqueadas o destruidas [7]. Como la mayoría de instituciones de educación superior en todo el país, la Universidad de Bagdad escapó casi ilesa a los bombardeos. En los posteriores saqueos e incendios, veinte institutos de la capital fueron destruidos. Ninguna institución se salvó: la Facultad de Educación en Waziriya fue allanada diariamente durante dos semanas, el Colegio de Veterinaria en Abu Graib perdió todo su equipamiento, dos edificios de la Facultad de Bellas Artes permanecen ennegrecidos por el humo en el horizonte. En cada facultad, en cada aula, se podría escribir “educación” con el polvo de las mesas [8]. La continua violencia ha destruido edificios escolares y alrededor de una cuarta parte de todas las escuelas primarias de Iraq necesitan una importante rehabilitación. Desde marzo de 2003, más de 700 escuelas primarias han sido bombardeadas, 200 han sido quemadas y más de tres mil saqueadas [9] . Entre marzo de 2003 y octubre de 2008, se registraron en Iraq 31.598 ataques violentos contra instituciones educativas en Iraq, según el Ministerio de Educación (MdE) [10].

Desde los atentados de 2007 contra la Universidad de Al-Mustansiriya, en Bgadad, 335 estudiantes y miembros del personal han sido asesinados o mutilados según un artículo de The New York Times de 19 de octubre 2009, y se ha construido un muro de 12 metros de altura alrededor del campus [11]. Educación bajo ataque (2007) daba cuenta de que 296 miembros del personal docente fueron asesinados en 2005 y de que 180 profesores fueron asesinados entre febrero y noviembre de 2006 [12].

Estos son sólo algunos ejemplos para destacar el nivel de genocidio cultural en Iraq. La lista es interminable, el número real de víctimas mucho mayor. Se puede encontrar más información en el libro Limpieza cultural en Iraq y en los archivos sobre la educación iraquí bajo la ocupación, del Tribunal BRussells, quizá la mayor base de datos en Internet sobre el asesinato de profesores iraquíes y la destrucción de la educación de Iraq [13]. Nuestra campaña para proteger a los universitarios iraquíes [14] está todavía en curso porque la tragedia continúa. El informe de la UNESCO Educación bajo ataque, Iraq, 2010 es muy claro: “Los ataques a objetivos de la educación continuaron durante 2007 y 2008 a un ritmo menor pero de un modo que sería motivo de preocupación grave en cualquier otro país”. ¿Por qué no han sido causa de preocupación seria?, ¿se debe a que es EE.UU. quien lo ha planificado? La petición que hemos publicado, que contiene también una llamada a la acción, sigue siendo válida hoy y todavía puede ser firmada en: http://www.petitiononline.com/Iraqacad/petition.html. Un extracto:

1. Hacemos un llamamiento a las organizaciones que trabajan para hacer valer o defender el derecho humanitario internacional para que estos crímenes sean puestos en el orden del día. 2. Pedimos que se ponga en marcha de manera inmediata una investigación internacional independiente para investigar estos asesinatos extrajudiciales. Esta investigación debería también examinar la cuestión de la responsabilidad a fin de identificar claramente quién es responsable de este estado de cosas. Hacemos un llamamiento al Relator especial sobre ejecuciones sumarias de la Oficina del Alto Comisionado en Ginebra.

3. Instamos a que los educadores movilicen a los colegas y a los ciudadanos comprometidos a que asuman la causa de la salvación de la riqueza intelectual de Iraq mediante la organización de seminarios, jornadas pedagógicas y foros sobre la situación de los académicos de Iraq. Ocupar escuelas Cuando escribí “Matar a la clase intelectual” para el libro Limpieza cultural en Iraq, incluí una pequeña historia sobre la ocupación de escuelas por parte la Fuerza Multinacional [MNF-I, en sus siglas en inglés].

“Ciertamente, nuestra política es no establecer cuarteles militares o para otras operaciones en áreas protegidas por la Convención de Ginebra”, dijo el teniente coronel Gary Keck, portavoz del Departamento de Defensa en Washington, cuando un periodista le preguntó por qué el ejército de EE.UU. ocupó la escuela mixta “de un pueblo en el norte de Iraq” [15]. En una conferencia de prensa de NN.UU. celebrada en Amman el 30 de abril de 2003, se formuló esta pregunta: “¿Sabe usted de otras escuelas que todavía estén ocupadas?, y ¿les pediría Ud. que se mantuvieran alejados de las escuelas para que puedan ser rehabilitadas?

Respuesta de S. Ingram: No tengo conocimiento de que otros lugares estén en esa situación. Recuerdo el incidente al que se ha referido usted; había una escuela en el norte y fueron necesarios algunos contactos para persuadir a las tropas de EE.UU. de que abandonaran los locales, lo que posteriormente hicieron. No tengo conocimiento de que haya escuelas ocupadas en otros lugares [16]. “No tengo conocimiento”. Vaya sarta de mentiras; porque ocupar escuelas es exactamente lo que hizo —y sigue haciendo— el ejército de EE.UU. de manera sistemática. He oído y leído numerosos relatos de testigos oculares sobre las protestas iraquíes después de que fuerzas estadounidenses ocupasen escuelas e instituciones educativas. Los orígenes de la resistencia armada en Faluya pueden rastrearse casi exactamente hasta el 28 de abril de 2003, cuando las tropas de EE.UU., que habían llegado a la ciudad cinco días antes, masacraron a 17 manifestantes aparentemente desarmados. La protesta del 28 de abril había pedido el fin de la ocupación de Faluya y más concretamente que las tropas de EE.UU. desalojaran la escuela primaria al-Qaid, donde se había previsto reanudar las clases el 29 de abril [17]. Y así siguió. El 29 de febrero de 2008, la Asociación de Ulemas Musulmanes publicó un comunicado de prensa condenando a las fuerzas de ocupación estadounidenses por la toma de una escuela secundaria islámica en Bagdad [18].

El 1 de mayo de 2008, la Agencia de Noticias Iraquí "Voces de Iraq", informó que “El ejército de EE.UU. se retira de un edificio del Departamento de Educación en Ciudad Sadr, en Bagdad, que se utilizó como cuartel el mes pasado” [19]. Ese fue esencialmente el grueso de la información que encontré sobre la ocupación de instituciones educativas por parte de las fuerzas de ocupación y pensé que la prueba era de poco peso como para hacer de ello un caso decente, así que decidí no usarlo en el libro. Pero ahora leo en el informe de la UNESCO de 2010: “La Fuerza Multinacional, el ejército iraquí y las unidades de policía iraquíes ocuparon más de 70 edificios escolares con fines militares solo en la provincia de Diyala” [20]. Eso sólo en una provincia. No dispongo de información sobre otras regiones pero podemos concluir casi con toda seguridad que la ocupación de escuelas por parte de las fuerzas ocupantes era y es un fenómeno general en todo el país. ¿En qué otro sitio estacionaría usted a un poderoso ejército y unas fuerzas de seguridad de más de un millón de efectivos? El 11 de abril de 2003, un grupo de científicos y profesores universitarios iraquíes lanzó un por correo electrónico una llamada de socorro quejándose de que las fuerzas de ocupación estadounidenses habían amenazado sus vidas [21]. El llamamiento del mensaje decía que los saqueos y los robos se llevaban a cabo bajo la atenta mirada de los soldados de ocupación. El correo electrónico añadía que grandes grupos de soldados de la ocupación eran trasladados a instituciones científicas, como la Universidad de Mosul y diferentes instituciones educativas, para destruir los centros de investigación científica y confiscar todos los papeles y documentos a fin de cortar de raíz cualquier renacimiento científico iraquí [22]. John Agresto, encargado del Ministerio de Educación Superior e Investigación Científica en el período 2003-2004, creía en un principio que el saqueo de las universidades de Iraq era un acto positivo ya que permitiría a estas instituciones empezar de nuevo con una pizarra limpia, con los equipamientos más avanzados así como con un nuevo plan de estudios [23]. La Convención de La Haya [24] sobre las leyes y costumbres de la guerra terrestre de 1917, explicita en el artículo 56 que las instituciones educativas deben ser consideradas como propiedad privada, y por lo tanto no deben ser saqueadas o destruidas; que las fuerzas de ocupación en guerra están obligadas a proteger esos bienes y que se deben establecer medidas si han sufrido daños intencionales, incautación o destrucción. El artículo 55 refuerza este derecho en relación con todos los edificios públicos importantes. Asimismo, una potencia ocupante, tiene la obligación, de acuerdo con los artículos 43 y 46, de proteger la vida y tomar todas las medidas a su alcance para restablecer y garantizar “el orden público y la seguridad”. Además, la Convención de La Haya para la Protección de Bienes Culturales en caso de conflicto armado [25] (ratificado por la República del Iraq en 1967) crea una clara obligación de proteger museos, bibliotecas, archivos, y otros lugares del patrimonio cultural. El apartado 1 del artículo 4 señala: “Las Altas Partes Contratantes se comprometen a respetar los bienes culturales situados en su propio territorio, así como en el territorio de otras Altas Partes Contratantes, absteniéndose de cualquier uso de la propiedad y su entorno inmediato o de los aparatos utilizados para su protección con fines que puedan exponerlos a su destrucción o ser dañados en caso de conflicto armado, y absteniéndose de todo acto de hostilidad respecto de tales bienes”. El uso de escuelas y universidades con fines militares, la destrucción de las instituciones educativas y la asistencia en el saqueo, la negligencia legal cuando el personal docente está siendo hostigado y asesinado, el desmantelamiento del sistema de educación iraquí y la participación activa en formar, financiar y armar milicias asesinas… De un crimen de guerra a otro crimen de guerra. ¿Cuándo habrá justicia para Iraq? ¿Cuándo habrá una investigación seria sobre estos crímenes por parte de los organismos internacionales responsables de los derechos humanos? ¿Y quién acusará a los sucesivos gobiernos estadounidenses y británicos de Crímenes de Guerra y Crímenes contra la Humanidad?

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