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domingo, 4 de abril de 2010

El rearme ruso con portahelicópteros franceses inquieta a los países aliados

Los planes de Francia de vender varios portahelicópteros de desembarco de la clase "Mistral" a Rusia ha despertado en varios países de la OTAN los viejos temores sobre las irrefrenables ambiciones imperialistas del Kremlin. Estados Unidos y los países bálticos, al igual que Georgia, han expresado abiertamente su disgusto al considerar que un país de la OTAN no puede armar a una potencia nuclear que no forma parte del bloque aliado.

Mientras, los franceses, que siempre han intentado mantener un interesado justo medio entre Washington y Moscú, mantienen que la venta de esos buques significaría la estocada de gracia a la Guerra Fría entre Rusia y Occidente. Tras varios meses de rumores, el presidente francés, Nicolas Sarkozy, anunció esta semana durante la visita a París del jefe del Kremlin, Dmitri Medvédev, que ambas partes habían decidido iniciar negociaciones para la venta de cuatro portahelicópteros "Mistral". "Realmente queremos acabar con la era de Guerra Fría", apuntó.

Según la prensa gala y rusa, París ya ha decidido vender a Moscú los "Mistral", pese a quien le pese. Por ello, la negociación se centrará únicamente en donde serán construidos los buques. Sarkozy dio por hecho que, al menos uno, será botado en los astilleros de Saint Nazaire. El líder francés comentó que lo ideal sería el 2+2, es decir, construir dos en territorio francés, y otros dos en suelo ruso. Y es que los rusos no quieren únicamente los buques, sino la tecnología para poder construirlos en sus astilleros del Báltico o del mar Blanco, lo que ha irritado aún más al jefe del Pentágono, Robert Gates. "Nuestros amigos y aliados de Europa Oriental están nerviosos por ello, especialmente Georgia. Y tiene razón para ello", señaló.

La Armada rusa echó de menos un portahelicópteros de asalto durante la guerra ruso-georgiana de agosto de 2008 con el que podría haber desembarcado en la separatista Abjasia o incluso en el puerto georgiano de Poti. Los "Mistral", de más de 200 metros de eslora, pueden acoger hasta 16 helicópteros, medio centenar de vehículos militares, lo que incluye una docena de carros de combate, y medio millar de soldados.

Recientemente, el comandante de la Armada rusa, Vladímir Visotski, aseguró que el nuevo portaaviones ruso no estará listo hasta 2020, por lo que necesitan nuevos buques para dar nueva vida a su alicaída Armada. En caso de que las negociaciones llegaran a buen puerto, sería la primera vez que Rusia adquiriera un buque de guerra de un país miembro de la Alianza.

Interior de un portaaviones Mistral

La única concesión que Francia ha hecho a los países aliados es que los buques no estarán equipados con armamento, aduciendo que los "Mistral" que reciban los rusos serán "un mero transbordador civil". Pero esto no ha sido suficiente para aplacar sus ánimos de los países aliados vecinos de Rusia.

"La OTAN y la Unión Europea sólo deberían vender armas y equipos militares a países que no representan un riesgo de tensiones regionales", aseguró Imants Liegis, ministro de Defensa letón. Los países bálticos consideran que, antes de seguir adelante con la operación, Francia debería consultar con sus socios aliados y comunitarios.
A finales de febrero la subsecretaria de Defensa norteamericana para asuntos políticos, Michele Flournoy, viajó a Estonia para asegurar a los bálticos que Washington no permitirá que Moscú aumente su influencia militar en la región y abuse de sus pequeños vecinos.

Mientras, el secretario general de la OTAN intentó quitar hierro al asunto al asegurar que "la Alianza no participa de ninguna forma en la operación". "Rusia es un importante aliado de la OTAN y Francia tiene todas las razones para tomar de manera autónoma una decisión sobre la venta de los buques", comentó.

"Estamos convencidos de que Rusia no utilizará los Mistral contra sus vecinos", aseveró Rasmussen, que rechazó el que Francia esté obligada a poner al día a la Alianza sobre las negociaciones con Rusia.

En caso de que las negociaciones no prosperaran, están al acecho la compañía española Navantia, a la que también se dirigió la Armada rusa a principios de 2009, y los astilleros holandeses Damen. Según los expertos, el buque Juan Carlos I que Navantia construye en los astilleros del Ferrol tiene mayor capacidad que el "Mistral", ya que puede transportar hasta 30 helicópteros y casi un millar de combatientes.


ATENEA

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