Al menos 30 personas murieron ayer en Irak y otro medio centenar resultaron heridas al estallar un coche bomba conducido por un suicida en una pequeña localidad de la provincia norteña de Diyala, informaron fuentes policiales. El conductor del vehículo hizo estallar los explosivos cerca de un café popular de la población de Jalis, 80 kilómetros al noreste de Bagdad. En el momento de la explosión, a primeras horas de la noche, había una gran aglomeración en el café. En la zona hubo graves destrozos.El atentado es el más grave que se produce desde la doble explosión del viernes de la semana pasada en la localidad norteña de Tel Afar, donde murieron 25 personas y más de cien resultaron heridas.La inestabilidad en el país árabe no afecta solo al ámbito militar o de la seguridad. Tras las elecciones celebradas en marzo, todavía no se ha podido formar Gobierno debido al fraccionamiento del Parlamento, a las disputas sectarias y a los recursos presentados por irregularidades en los comicios.
EL PAIS
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