Medvédev planea formar nuevos "batallones étnicos" en Cáucaso Norte

RIA Novosti. El presidente de Rusia, Dmitri Medvédev, ordenará próximamente la formación de dos "batallones étnicos" en el seno de la 102ª brigada de las tropas del Interior emplazada en Majachkalá, capital de la república norcaucásica rusa de Daguestán, reveló una fuente del Kremlin citada hoy por Nezavisimaya Gazeta (NG).Ambos batallones, de unos 400 efectivos cada cual, serán similares a los que ya existen en Chechenia. Su principal función consistirá en conducir operaciones especiales y de combate en zonas montañosas y boscosas.El coronel Vladímir Popov, historiador y experto en asuntos caucasianos, señaló en una entrevista con NG que "la república (de Daguestán) está llena de tropas y no hay por qué militarizarla aún más". Hace cuatro años se instaló allí una brigada de infantería motorizada de montaña que cuenta con al menos 5.000 efectivos, dijo.Recordó asimismo el conflicto que protagonizaron en su momento el dirigente de Chechenia, Ramzán Kadírov, y los ex jefes del batallón Vostok (Este), integrado por efectivos locales. Algo parecido podría producirse a escala aún mayor en Daguestán, advirtió.El teniente general Yuri Netkachev, quien dirigió un ejército en el Cáucaso Norte a mediados de la década pasada, también alertó sobre el riesgo de crear "tropas étnicas" en esta zona. Si el Kremlin autoriza a los dirigentes checheno y daguestaní a tener ejércitos propios, los líderes de otras repúblicas en el seno de la Federación Rusa podrían aspirar a lo mismo. "A cada gobernante, su pequeño ejército nacional. ¡Ya hemos visto consignas parecidas durante la desintegración de la URSS!", declaró.El politólogo y periodista Maxim Shevchenko resaltó por su parte que Daguestán es "una república multiétnica, con fuerte corrupción y enorme distancia entre el pueblo y las élites gobernantes". "Son los clanes los que mandan allí, en particular, los clanes étnicos", dijo. Someter la población local bajo el control total de un grupo determinado significa, a su juicio, exponer a algunos sectores al peligro de arbitrariedades por parte de las estructuras del poder y los cuerpos de seguridad.