Todo parece estar controlado, las negociaciones contienen el enfrentamiento, pero solo es aparente. El desenlace, la confrontación militar abierta, se retrasa, se posterga en el frente diplomático, pero, en opinión de la mayoría de los analistas, es inevitable. En resumen, la hora señalada del ataque a Irán se ajusta y determina por el nivel de desarrollo de su proyecto nuclear y por su capacidad para fabricar una ojiva con carga atómica. Para Israel, el ataque a Irán no es un objetivo militar, es una cuestión de supervivencia. Para el "comando unificado" USA-UE-Israel, el objetivo Irán combina el petróleo y la energía con la necesidad de control geopolítico y militar del Medio Oriente, el Cáucaso y el Asia Central, y con el dominio del imprevisible "mundo islámico" que cobija bajo sus pies el 80% de las reservas de la energía mundial. Las causas y los intereses estratégicos determinantes están. No desaparecieron. Solo están desactivados, provisoriamente, a la espera de un resultante en el frente político-militar en la ONU. Solo hay una pregunta: Qué día y a que hora Israel va a atacar a Irán. La hipótesis del "hecho consumado" vuelve a cobrar vigencia en un Medio Oriente cruzado por versiones y rumores crecientes de un "ataque inminente" sintonizado y acordado entre el Pentágono y Tel Aviv.
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Por estas horas, la prensa y las usinas conservadoras de EEUU (a través de versiones y rumores) recrean el fantasma de un Obama"incapaz e impotente" que a través de su debilidad negociadora le está entregando la ofensiva militar y la capacidad nuclear al régimen de Teherán.
Obsesionado por los resultados electorales de noviembre -da a entender The Washington Post- Obama le suelta la mano militar a Irak y Afganistán, busca un acuerdo coyuntural con Teherán, debilita los controles en Gaza, Líbano y Palestina, y rompe las barreras disuasivas con el "mundo musulmán" en desmedro de la seguridad de Israel.
Hay tres razones estratégicas de fondo para un ataque USA-Israelí a Irán:
1) Irán es una pieza clave en el gran tablero de la guerra por el control geopolítico y energético mundial entre el eje EEUU-UE y el bloque Rusia-China con Irán como pieza del desenlace.
2) Irán es una llave estratégica para el dominio y control militar de la región del Golfo Pérsico y del llamado "triángulo petrolero" (Mar Negro-Mar Caspio-Golfo Pérsico).
3) El surgimiento de Irán como potencia nuclear-petrolera-islámicapone en peligro la supervivencia del Estado de Israel y la hegemonía del control imperialista del eje EEUU-Israel-UE en Medio Oriente.
Pero de estas tres razones, el reloj del ataque a Irán se mueve atendiendo la lógica de supervivencia del Estado de Israel.
La AIEA, la CIA y el Mossad sostienen que Teherán está muy cerca de alcanzar la bomba, Rusia acaba de ratificar su pacto nuclear anunciando la construcción de una nueva usina en Irán, mientras la Guardia Revolucionaria iraní sigue ampliando su poder misilístico y militar convencional.
Y a esto se agrega otro detonante: En Rusia, la prensa y agencias moscovitas, aseguran que (y pese a las sanciones de la ONU) Moscú está a punto de entregarle a Irán el sistema de misiles S-300 que volvería casi invulnerable el espacio aéreo iraní.
Con el S-300 en manos iraníes el eje USA-Israel tendría quereplantear globalmente su estrategia de ataque habida cuenta de que sus aviones y pilotos podrían caer como moscas sobre el suelo bendito de los ayatolá.
En resumen (y según indican sus voceros más emblemáticos) los halcones USA israelíes están convencidos de que sólo un "golpe preventivo" militar contra Irán puede terminar simultáneamente con la política de Obama y la "amenaza nuclear" de Irán pendiendo sobre Israel.
Es la tesis central que alimenta la teoría de un "hecho consumado"como resolución de un ataque israelí, decidido sin el consentimiento de Obama, y que obligue al Pentágono y a la OTAN a salir en defensa del Estado judío.
El ex enviado estadounidense a las Naciones Unidas criticó el papel de Rusia en el desarrollo de la planta iraní, diciendo que "los rusos están, como sucede con frecuencia, jugando a dos puntas".
El columnista subraya que el "consenso" entre los líderes israelíes actuales y pasados es que es posible que Israel "lance un ataque", y cita entrevistas con 40 de esos líderes.
Pero ¿en que medida Israel podría "cortarse solo" en una acción militar contra Irán?
La hipótesis del "hecho consumado"
Los que rechazan la hipótesis del "hecho consumado" lo hacen argumentado que el aparato nuclear y convencional de Israel, en especial su fuerza aérea, está integrado al esquema defensivo de EEUU y de la OTAN.
El sistema de radar de banda X de Israel creado a principios de 2009, con apoyo técnico de EEUU, se integra con el sistema de misiles de defensa israelí y con la red global de detección de misiles de gran altitud del Pentágono, que incluye satélites, buques Aegis en el Mediterráneo, Golfo Pérsico y Mar Rojo, y radares Patriot terrestres e interceptores.
Lo que torna imposible un ataque israelí a Irán sin el conocimiento previo del Comando Estratégico de EEUU (USSTRATCOM) con sede en la base de la Fuerza Aérea Offutt en Nebraska, que centraliza la planificación y la decisión estratégica de plan militar alternativo contra Teherán si fracasan las negociaciones diplomáticas en la ONU.
El plan incluye un asalto aéreo a gran escala contra Iránempleando armas de última generación, tanto convencionales como nucleares tácticas con más de 450 objetivos estratégicos dentro de Irán, que incluyen los centros estratégicos del programa de desarrollo de armas nucleares de Teherán.
De acuerdo con los expertos, USSTRATCOM tiene la responsabilidad de planificar, ejecutar y supervisar el plan de ataque global contra Irán cuyo diseño data desde el 2006, y que ensambla a Israel y a la OTAN dentro de un "comando unificado" de operaciones aéreas, terrestres y navales.
Además, y con el Estado judío como miembro de facto de la OTAN, el Pentágono supervisa el sistema de ataque y defensa israelí, integrado en el sistema global controlado por USSTRATCOM.
En este escenario un "hecho consumado" de Israel contra Irán se torna prácticamente imposible de ser realizado sin el conocimiento de la plana mayor del Pentágono.
Pero, y según lo que deslizan algunos analistas de la prensa israelí citando fuentes militares, y de no mediar "luz verde" de Obama y la Casa Blanca, la plana mayor israelí, en acuerdo con los halcones del Pentágono, lanzaría un ataque unilateral contra objetivos iraníes apostando a que la reacción en contra, dentro y fuera de Medio Oriente, obligue a EEUU y a la OTAN a respaldar la acción de Israel.
En general los expertos coinciden: Si un ataque militar de Israel no consigue neutralizar y/o debilitar en pocas horas el sistema de defensa iraní (principalmente su capacidad de respuesta aérea) en un "golpe sorpresa", se expone a un contraataque iraní a bases de EEUU y a ciudades e instalaciones militares claves en Israel.
En contratataque iraní vendría acompañado de una reacción islámica y antisionista generalizada en Medio Oriente, principalmente en Libano, Irak y Gaza, y de una "guerra asimétrica" contra EEUU e Israel que se extendería desde Irán hacia toda la región.
Y hay multitudes de especulaciones sobre el impacto económico que generaría, que van desde una paralización de la industria y el comercio petrolero a escala global, hasta un colapso masivo de los mercados financieros que podría detener la economía mundial.
Se especula, incluso, con ataques islámicos masivos a empresas e instituciones estadounidenses e israelíes (la furia islámica) en Medio Oriente, Asia, África y Europa.
En este marco, señalan en Israel y EEUU los sostenedores de la hipótesis del "hecho consumado", al "comando unificado" del Pentágono y la OTAN no le quedaría otra opción que sostener y afianzar las operaciones militares de Israel contra los objetivos nucleares, militares e infraestructurales de Irán.
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