Moscú, 29 dic (EFE).- El mando de la Fuerza Aérea de Rusia (FAR) ordenó hoy la suspensión de los vuelos de los bombarderos estratégicos Tu-95MS tras el accidente sufrido anoche por un avión de transporte militar pesado An-22 en el que murieron sus doce ocupantes.
La decisión obedece a que ambos modelos de avión están dotados de "motores idénticos", explicó a la agencia Interfax el portavoz de la FAR, coronel Vladímir Drik.
Los vuelos de los TU-95MS "han quedado suspendidos hasta que se esclarezcan las causa del accidente", añadió.
Los cuatrimotores An-22 y Tu-95MS son propulsados por motores turbohélices NK-12 de dos hélices de cuatro aspas que giran en distinto sentido.
Esto motores, diseñados en la Unión Soviética en los años 50 del siglo pasado, son los turbohélices más potentes hasta ahora fabricados.
El An-22 siniestrado había despegado ayer desde un aeródromo de Voronezh y se dirigía a Tver, ciudad a unos 200 kilómetros al norte de la capital rusa, y desapareció de los radares alrededor de la 21.30, hora de Moscú (18.00 GMT), según informó el Ministerio de Defensa.
Los restos del aparato fueron hallados esta madrugada junto a la aldea Krasni Oktiabr, a unos cien kilómetros al sur de la ciudad de Tula.
El An-22, de fabricación soviética, fue el avión de transporte militar más grande del mundo hasta la aparición del estadounidense C-5 Galaxy.
Aún así, este modelo, producido entre 1965 y 1975 y del que se fabricaron 68 unidades, conserva la primacía como el avión turbohélice más grande del mundo.
El An-22, con una longitud de 57,8 metros, una envergadura de 64,4, una altura de 12, puede transportar hasta 45 toneladas de cargas con una autonomía de vuelo de cerca de 10.000 kilómetros. EFE
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