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martes, 18 de septiembre de 2012

El horror de la guerra en una imagen



La muerte es un segundo de fuego ensordecedor y una nube gris, luego un silencio y cuando se desvanece la cortina de polvo y escombros, un grito: "¡Traigan una ambulancia, por amor de Dios!" Tracey Shelton, fotorreportera estadounidense del Global Post, la vio deshacer en un instante la vida de tres hombres en una callejuela de Alepo, la ciudad siria destrozada por la guerra.


En un segundo el ataque lo había destruido todo. (Tracey Shelton/GlobalPost)

Shelton viajó al frente de combate entre los insurgentes y las tropas leales al régimen de Bashar al-Assad en busca de escenas cotidianas: no heroicas imágenes de soldados, sino reveladores momentos de paz. Encontró a los hombres del batallón Noor Den al-Zenke atrincherados entre dos estrechas calles, justo donde comenzaba la "tierra de nadie".

Tras semanas de agotadores enfrentamientos, los rebeldes disfrutaban de cierta calma, interrumpida por los disparos de algún francotirador o la cercanía de un tanque. Shelton los vio rezando, cocinando, comiendo, limpiado la calle, tomando té, conversando y sonriendo como un grupo de amigos después de una jornada normal del trabajo. En la escuadra adoptaron un gatito huérfano, como si una mascota pudiera regresarlos al hogar perdido. Aún en la guerra el hombre conserva su innata inclinación a la felicidad.

Pero ninguno de estos episodios podía fascinar a la fotorreportera. Antes ella había fijado en su lente las guerras de Libia e Irak, había congelado en sus fotogramas la pobreza en Cambodia y en Omán. Le faltaba conocer la muerte, sentir el roce de su hálito fatal y sobrevivir.

"Esta mañana los hombres estaban relajados y hacían bromas mientras despejaban el área de un ataque el día anterior", narra en su reportaje "Vida y muerte en Alepo". La víspera el disparo del tanque había fallado, "esta vez el asalto ocurrió de improviso".

Shelton alcanzó a filmar el estallido. "En la medida que la nube de humo envolvió la calle, regresamos para esperar que los otros escaparan a través del polvo y los escombros. Pero nadie vino. En una fracción de segundo tres hombres fueron reducidos a fragmentos ensangrentados", describe. Las esquirlas del obús no la hirieron. La muerte solo quería tomarla como testigo del horror, de la frágil frontera entre la vida y su fin.

Otras tres bajas en la lista de víctimas de la guerra civil en Siria que se puebla de hombres llamados Issa y Mahmoud. Y también cuatro huérfanos y un adolescente muerto, Ahmed. Otros han ocupado su sitio.

Tracey Shelton ha abandonado Siria. Completará seguramente su maestría en periodismo multimedia en la Universidad de Estudios Extranjeros de Beijing. Las imágenes de la explosión y su relato han sido reproducidos por medios de prensa en los cuatro puntos cardinales. Una encuesta online del Global Post, publicada junto al reportaje, nos hace creer que la mayoría de los estadounidenses se oponen a una intervención militar de su país en el conflicto. En Naciones Unidas tampoco encuentran una salida al callejón. A 18 meses del inicio de la revuelta en esa nación árabe, la muerte parece el único consenso posible.

Para ver más fotos de la vida y la muerte en Alepo visite el Global Post.

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