Esta instalación, construida en 1885 por los españoles al final de su larga presencia en el archipiélago, fue utilizada y ampliada por la US Navy desde la invasión de 1898 hasta 1992 cuando, tras el fin de la Guerra Fría, procedió a cerrar un gran número de bases militares. La medida actual obedece a la nueva política estratégica de los Estados Unidos para convertir la zona del Pacífico-Asia en su principal eje de Defensa, tal y como anunció el Presidente Obama a primeros de este año.
Desde hace ya un año, la presencia de la US Navy en la base se está volviendo cuasi permanente. Se debe resaltar el largo despliegue, durante la segunda mitad de 2011 del buque de mantenimiento y apoyo de submarinos USS Frank Cable. Este navío, que ha repetido presencia en Subic Bay en septiembre de 2012, está dando, durante su estancia, apoyo a varios submarinos atómicos, siendo el primero en recibirlo el USS Santa Fe, en julio de 2011.
Las Filipinas cierran al este el Mar de la China Meridional, que se está convirtiendo en uno de los principales ejes de tensión entre las naciones ribereñas, con un especial protagonismo de China, que va dando pasos agigantados para pasar de ser la potencia regional a ser la superpotencia, que rivaliza con Estados Unidos. Además, se debería recordar que este mar de 3.500.000 Km2 de superficie tiene en sus fondos marinos una importante reserva de hidrocarburos.
El pasado año, el presidente de Filipinas, Benigno Aquino, consiguió la autorización de las dos cámaras del Congreso del país para que Estados Unidos volviese a utilizar la base de Subic Bay. decisión que ya ha materializado la US Navy según confirma este mes el Departamento de Asuntos Exteriores de las Islas Estado, al unísono con la US Navy. Así el personal de la 7ª Flota de los Estados Unidos, que tiene su cuartel general y principal sede en Yokosuka (Japón), formando parte de la denominada Flota del Pacífico, está realizando desde el pasado año, relevos de personal para prestar apoyo logístico a los navíos estadounidenses que operan en esta vital zona del planeta.
Paralelamente, el gigante de construcción naval estadounidense Huntington Ingalls, uno de los mayores proveedores de la US Navy, ha llegado a un acuerdo con los astilleros filipinos Hanjin Subic, sitos en Subic Bay, para realizar el mantenimiento conjunto de los navíos de la Flota del Pacífico. Esta decisión, junto a la mera presencia de los navíos y las tripulaciones de la US Navy, significa dinamizar de una manera muy importante la economía de la zona.
La presencia permanente de la US Navy facilitará la interoperatividad de ésta con las Fuerzas Armadas de Filipinas que, hasta la fecha, se centraba principalmente en los ejercicios anuales denominados Philippines Amphibious Landing Exercise (PHIBLEX). Igualmente, el Pentágono mantiene en el país asiático unos 600 miembros de las Fuerzas Especiales, que asesoran, especialmente en tareas de entrenamiento, a las fuerzas del Gobierno de Manila en su lucha contra el terrorismo islámico, vinculado a Al Qaeda, que actúa en el país.
Esta presencia ayudará a reforzar la posibilidad de cerrar alianzas militares más sólidas con otros países ribereños como Vietnam y Tailandia, también muy vigilantes de la expansión militar china, especialmente de su marina militar, que desde hace un mes incluye oficialmente un portaaviones, el Liaoning.
En todo caso, los portavoces de Filipinas hablan de una decisión para facilitar la estabilización de la región y no de crear una alianza para enfrentarse a China.
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