Washington, 26 abril (PL) El Pentágono informó hoy que continúa el despliegue de unos 500 infantes de Marina al sur de España, cuya misión será actuar como unidad de respuesta rápida en caso de amenazas a intereses estadounidenses en África.La unidad estará en la base militar de Rota, y su ubicación allí le permitirá trasladarse por vía aérea en un plazo de seis horas a cualquier punto en suelo africano donde existan situaciones de peligro para ciudadanos o instalaciones norteamericanas.
La agrupación está equipada para trasladarse y operar en áreas que estén bajo condiciones de combate y según el Pentágono podrá hacerlo sin obtener permiso de las autoridades del país afectado, lo que ha provocado recelos por la violación que esto significa a la soberanía de las naciones donde combatirán estos marines.
La medida se tomó para evitar incidentes similares al del 11 de septiembre pasado, cuando grupos armados atacaron el consulado de Estados Unidos en Bengasi, Libia, y provocaron la muerte de cuatro funcionarios, entre ellos el embajador en Trípoli, Christopher Stevens, informó este viernes la cadena televisiva CNN.
La nueva fuerza de tarea, subordinada al Comando Africano, proporcionará protección a embajadas y edificios diplomáticos que sean atacados o amenazados por grupos extremistas, rescatará pilotos de aviones derribados o accidentados y asistirá además en operaciones de evacuación de ciudadanos estadounidenses.
España dio este viernes la aprobación final para la presencia de esta unidad en Rota, que estará con plena capacidad combativa en unos 30 días, e incluirá 225 infantes de marina equipados y preparados para el combaste terrestre, junto con especialistas en inteligencia y comunicaciones.
También contará con otros 225 militares que forman parte de las tripulaciones de seis aviones V-22 Osprey, así como dos aeronaves cisternas KC-130 que permitirán a la unidad trasladarse por vía aérea a grandes distancias sin necesidad de hacer escalas para reabastecerse.
Tras las críticas recibidas por la pobre actuación en la defensa del edificio consular en Bengasi, el Pentágono aumentó con más de mil infantes de marina la seguridad de las sedes diplomáticas norteamericanas, y duplicó ese personal en países considerados de alto riesgo para los funcionarios estadounidenses.
Un informe de una comisión independiente sobre el ataque a dicho consulado concluyó en diciembre pasado que hubo negligencias y fallos sistémicos en la respuesta a esa acción.
La comisión de revisión concluyó que los funcionarios del Departamento de Estado en Washington ignoraron solicitudes que hizo la embajada en Trípoli para el reforzamiento de la seguridad del edificio consular días antes del incidente.
La acción en Bengasi y sus resultados inmediatos provocaron un escándalo político en medio de la campaña electoral con vista a las elecciones del 6 de noviembre pasado, porque los republicanos hicieron del tema un asunto de primer orden.
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