La Armada rusa protagonizó este jueves una de las operaciones más exitosas contra los piratas somalíes jamás vista hasta la fecha. Los efectivos que participaron en el rescate, lograron liberar a los 23 marineros rusos del petrolero que navegaba bajo bandera liberiana. El Universidad de Moscú fue liberado en un tiempo récord de 20 minutos, sin ningún derramamiento de sangre de los tripulantes.
Como comenta John Harbour, el portavoz de la Fuerza naval de la Unión Europea, “fue una operación casi instantánea. Los rusos lo hicieron todo con una extraordinaria velocidad. Se pusieron en contacto con la tripulación que permanecía bloqueada en el compartimiento y consiguieron liberarla. Fue una acción muy valiente”.
El buque petrolero ruso fue asaltado a unos cientos de millas de la costa de Somalia este miércoles alrededor de las 8 de la mañana, hora de Moscú. El capitán de la nave se comunicó inmediatamente con las Fuerzas de Seguridad de la Unión Europea y también con el comandante del buque de guerra ruso, el Mariscal Sháposhnikov, informándoles de que dos embarcaciones pequeñas con gente armada habían abordado su barco. Los marineros se encerraron en uno de los compartimentos del carguero y los piratas no pudieron hacerse con ellos.
Según explió Igor Tonkovidov, el presidente de la compañía Novoship, al que pertenece el barco asaltado, la tripulación tuvo que soportar un asedio de más de 20 horas. Y en estas condiciones difíciles supo mantener la nave en el mismo lugar, hasta la llegada del buque de guerra ruso.
La comunicación con el barco se interrumpió con la llegada de los piratas y durante el resto de la jornada no llegó ninguna información nueva desde la nave rusa. Ludmila Kotsenko, madre de uno de los tripulantes, contó que no esperaba ver a su niño tan pronto. “Por supuesto, no fui la única que sufrió un shock. En seguida me acordé de los casos precedentes. Todos ya estábamos esperando que el asedio fuera largo. Nuestros chicos realizaron un gran trabajo cumpliendo las órdenes con exactitud. Como resultado, la operación fue un éxito”.
Mientras tanto la Fiscalía rusa ya ha empezado la investigación sobre el caso. Hay varios caminos por donde se va a desarrollar el proceso. O los piratas serán juzgados bajo la ley rusa y las normas del derecho internacional, o se les podría llevar a otros países africanos donde les puede esperar la pena capital. Otra de las opciones es dejarles ir como lo hacen a menudo los barcos de la OTAN.
Como comentó el representante de la Fiscalía, se ha iniciado una causa criminal según el secuestro del buque petrolero por los piratas. El cargo es un acto de piratería organizado por un grupo con el uso de armas y violencia. La condena puede alcanzar 15 años en prisión.
El presidente Dmitri Medvédev ya ha encargado al Ministerio de Defensa de Rusia la creación de una base jurídica para luchar contra la piratería en las costas de África. Ahora se plantea la cuestión de luchar contra los piratas del siglo XXI con las medidas del mismo siglo.
Como afirman los representantes de la Organización Marítima Internacional (OMI), la navegación marítima internacional todavía no dispone de la base jurídica para la lucha contra la piratería, y la elaboración de la estrategia de la oposición a la los piratas es el objetivo de la comunidad mundial. El mes pasado en el Consejo de Seguridad de la ONU se planteó la cuestión de la creación de instrumentos jurídicos especiales de la lucha contra la piratería, para administrar justicia sobre los delincuentes que perjudican la navegación en la zona ácuea mundial.
Mientras, el portavoz del Departamento de Estado de los Estados Unidos, Philip Crowley, informó que su país no apoya la idea de la creación de un tribunal internacional especial para procesar los casos de los piratas detenidos cerca de las costas de Somalia. La Administración de Obama parte de lo que cada país tiene leyes aplicables al caso y tienen poderes de procesar contra cada uno que vulnere sus intereses o ataque sus navíos.
Crowley afirmó que los países pueden entregar a los piratas a las manos de su propia justicia, y recordó que recientemente los Estados Unidos trasladaron a Norfolk (estado de Virginia) un grupo de 11 piratas somalíes que habían sido capturados por los marinos estadounidenses, para el proceso. La situación se complica cuando algún país captura a los piratas que atacaron los barcos de otro estado. Por eso EE. UU. apoyó la creación de un tribunal especial en Kenia –el país limítrofe con Somalia-, que se encarga de estos casos, subrayó el diplomático.
Sin embargo, como comentó el representante ruso ante la OTAN, Dmitri Rogozin, si los piratas fueran llevados al país al que pertenecen los barcos que los hayan capturado, esto solamente llevará a la incentivación de la piratería. “También han habido casos curiosos cuando las familias de los piratas que fueron capturados por marinos alemanes partían felizmente a Alemania. Resulta que según las leyes del país los piratas, tras cumplir una breve condena en la prisión, tienen derecho a asentarse en Alemania.”
“Por eso de lo que se debe tratar es de la creación de un tribunal contra la piratería bajo la jurisdicción de la ONU”, afirmó Rogozin.
RT
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