En la semana del tímido y decepcionante inicio de las negociaciones indirectas entre israelíes y palestinos, los jefes de los organismos de seguridad de Israel han enviado un claro mensaje a su primer ministro, Benjamin Netanyahu: "Hay que intentar entablar de forma inmediata conversaciones de paz con Siria". Según la Inteligencia militar, "si el presidente Bashar Assad no entra en las negociaciones, puede acabar en el carril de la guerra alentada por Irán". Quitar a Siria del eje extremista encabezado por Irán y formado por el palestino Hamas y el libanés Hizbulá es fundamental para la región. Sería un paso histórico para frenar a Irán, resucitar el eje moderado y aislar a los dos grupos terroristas, ha indicado el brigadier general Yossi Baidetz en la sesión de control de la Comisión de Defensa y Exteriores del Parlamento en Jerusalén. Siria e Irán continúan transfiriendo armas a Hizbulá de forma oficial y organizada. Dispone de miles de cohetes de largo alcance de todo tipo y distancia, incluyendo los más precisos", añadió aclarando que "en estos momentos, Hizbulá no está interesada en un amplio enfrentamiento bélico2. Asimismo, estima que Siria desea un acuerdo de paz. La tensión entre ambos países se ha incrementado en las últimas semanas tras las afirmaciones de Israel sobre la entrega de misiles Scuds al grupo chií libanes Hizbulá por parte de Damasco. La prensa israelí destacó incluso que la Fuerza Aérea estuvo a punto de atacar un convoy de armas en la frontera sirio-libanesa. "La últimas informaciones sobre la entrega de misiles de largo alcance son sólo la punta del iceberg", declara Baidetz. Nuevos misiles Fuentes militares consultadas por el diario 'Haaretz' afirman sin embargo que "los misiles sirios 'M-600' que ya estan en manos de Hizbulá provocan más preocupación que los 'Scuds' antiguos". Hizbulá, por su parte, responde que las armas que recibe "no son asunto de Israel" recordando que este país se rearma continuamente. Desde hace varios años, la cúpula del Ejercito israelí (su jefe del Estado mayor y el jefe de la Inteligencia, entre otros) insiste que se debe intentar reanudar las negociaciones con Siria. A cambio de la paz, Assad exige la meseta de los Altos del Golan, ocupados por Israel en la guerra del 67. Dada la nula sintonía entre Netanyahu y el presidente palestino Abu Mazen, (a diferencia de su antecesor, Ehud Olmert) y las escasas perspectivas de un acuerdo de paz en este frente, los organismos de seguridad, incluyendo el siempre receloso Mossad (servicios secretos externos) creen que es vital la reanudación del proceso de paz con Siria. Según el periódico Maariv, el ministro de Defensa, Ehud Barak, apoya firmemente esta posición "pero no presiona lo suficiente mientras Netanyahu hace lo que quiere, es decir, nada". Uzi Arad, el principal asesor del primer ministro israelí, se opone radicalmente a negociar con los sirios. "Según Arad, el desenlace con Siria no se conseguirá con unas conversaciones bilaterales sino a través de Irán. Si Irán doblega a Occidente y se convierte en potencia nuclear, nadie podrá salvar a Siria de las uñas iraníes. Si no, Siria entenderá el mensaje", escribe el diario israelí
EL MUNDO
No hay comentarios:
Publicar un comentario