En las negociaciones del martes entre los mandatarios de Siria y Rusia en Damasco, destacaron como objetivos comunes el papel del tratado de no proliferación nuclear como garante de seguridad internacional y la creación de una zona libre de armas nucleares en Oriente Próximo. “Coincidimos con el presidente sirio de que una zona sin armas nucleares se debe crear en el Próximo Oriente”, dijo el presidente ruso Dmitri Medvédev en una conferencia de prensa tras las negociaciones, resaltando que otro escenario podía llevar a una catástrofe regional e incluso global. En un comunicado, Bashar Al Asad y Dmitri Medvédev también llamaron a Israel a facilitar datos sobre sus instalaciones nucleares al Organismo Internacional de la Energía Atómica y formar parte del tratado de no proliferación como un Estado no nuclear. El Gobierno israelí nunca firmó el acuerdo de no proliferación de armas nucleares, apoyando la llamada política de la "ambigüedad", sin afirmar o descartar la existencia de este tipo de armamento en su arsenal. Según ciertos datos, los reactores atómicos que tiene el país fueron utilizados también para el incremento de su potencial nuclear militar. También se pronunciaron a favor de una solución diplomática del problema nuclear Iraní y confirmaron su derecho a un programa nuclear pacífico sólo en colaboración con la comunidad internacional. Además, como resultado de las negociaciones se firmó una serie de acuerdos bilaterales en diferentes ámbitos. De Siria, un antiguo aliado de la Unión Soviética, el mandatario ruso partirá a Turquía, donde tiene previsto entrevistarse con el presidente turco, Abdulá Gül, y con su primer ministro, Recep Tayip Erdogan.
rt
No hay comentarios:
Publicar un comentario