Día 18/08/2010
Dos atentados terroristas en el Cáucaso Norte hicieron recordar ayer a los rusos que los extremistas islámicos no bajan la guardia en verano. El primero se produjo hacia las 9.30 de la mañana (dos horas menos en España) en Osetia del Norte y el segundo unos 200 kilómetros más hacia el noroeste, en la localidad de Piatigorsk (región de Stávropol), a las 16.30 horas.
El primer ataque tuvo lugar en un puesto de control de la Policía junto a la frontera con la conflictiva Ingushetia, en Prigorodni. Un terrorista suicida, de unos 20 años, hizo explotar la carga que llevaba, al parecer, cuando se le exigió que mostrase la documentación. Murió en el acto, se llevó por delante a dos agentes e hirió gravemente a otros tres.
Siete horas después, en la ciudad balneario de Piatigorsk, junto a una café llamado «Hermitage», en la calle Kírov, saltó por los aires un coche-bomba que estaba aparcado. Resultaron heridas 30 personas, dos de ellas se encuentran en estado crítico. Según la Fiscalía, el artefacto explosivo tenía una potencia equivalente a 30 kilogramos de trilita. Dos chechenos han sido detenidos y están siendo interrogados.
El pasado mes de mayo, en otra cafetería de la ciudad de Stávropol, una bomba causó 7 muertos. El objetivo en aquella ocasión era la comunidad chechena local. Atentados y ataques armados se suceden en la zona con enorme frecuencia, especialmente en las repúblicas de Ingushetia y Daguestán. En Chechenia también, pese a seguir estando tomada por las tropas rusas y a que el Kremlin la considera ya pacificada.
El atentado más sangriento en lo que va de año, con un balance de 40 muertos, fue perpetrado en el metro de Moscú, el pasado 29 de marzo, por dos «viudas negras», jóvenes suicidas que vengan a sus maridos alistados por la insurgencia y eliminados por el Ejército y la Policía.
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