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miércoles, 1 de diciembre de 2010

Teherán acusa a Occidente y a Israel de asesinar a un científico nuclear



El presidente iraní, Mahmud Ahmadineyad, responsabilizó ayer a los países occidentales y a Israel de los atentados que durante la mañana mataron a un científico y dejaron herido a otro. Aunque Israel es el sospechoso habitual para los dirigentes iraníes, el hecho de que ambos hombres trabajaran en el programa atómico da cierta credibilidad a la acusación. No obstante, Ahmadineyad confirmó que se mantenía la reunión del próximo domingo con el G-6 para tratar de reavivar las conversaciones para buscar una salida a la crisis que ocasionan las ambiciones nucleares iraníes.

"El profesor Mayid Shahriyarí ha abrazado el martirio y su esposa ha resultado herida (...) El profesor Ferydún Abbasí-Davaní y su esposa también han sido heridos", anunció a media mañana la radio estatal iraní. De acuerdo con el relato de los medios oficiales, en ambos casos los atacantes, en motocicleta, colocaron bombas magnéticas en los coches de los científicos cuando se dirigían al trabajo en Teherán.

El jefe de la Organización de la Energía Atómica (OEA), el vicepresidente Ali Akbar Salehí, declaró a la agencia Irna que Shahriyarí trabajaba "en uno de los grandes proyectos nucleares" de esa institución, sin dar más detalles. Su nombre aparece entre los miembros iraníes de la red Sesame (acróstico de Synchrotron-light for Experimental Science and Applications in the Middle East), donde se le cita como profesor de ingeniería nuclear en la Universidad Shahid Beheshtí de Teherán.

Los medios iraníes identificaron al científico herido como un experto en láser del Ministerio de Defensa y uno de los mayores especialistas iraníes en la separación de isótopos nucleares, un proceso necesario tanto para la fabricación de isótopos médicos como para la construcción de una bomba atómica. Según la misma fuente, Abbasí-Davaní es miembro de la Guardia Revolucionaria, el ejército ideológico bajo cuyo control se halla el programa nuclear, y da clases en la Universidad Imam Hosein, afiliada con esa fuerza militar. Su nombre está en la lista de afectados por las sanciones que la ONU ha impuesto a Irán por su programa nuclear.

"Se intuye la mano de los Gobiernos occidentales y del régimen sionista en estos atentados", declaró Ahmadineyad durante una conferencia de prensa que había sido convocada hace días. "Llegará el día en que les pediremos cuentas por ello y sudossier va a estar muy lleno", añadió antes de asegurar que el ataque no va a frenar sus ambiciones nucleares. Los dirigentes iraníes están convencidos de la existencia de un plan secreto para descabezar su programa atómico, que la comunidad internacional sospecha que tiene objetivos militares a pesar de la negativa iraní.

Otros altos cargos iraníes también respaldaron la teoría de una conspiración "del Mosad y de la CIA", que, según el ministro del Interior, el general Mostafa Mohammad Nayyar, "quieren frenar los avances científicos de Irán". A preguntas de los periodistas, el portavoz del Gobierno israelí, Mark Regev, citado por Reuters, recordó que su país no comenta esos asuntos.

Aunque este tipo de acciones son inusuales en la capital iraní, los atentados de ayer se parecen al que el pasado enero mató a Masud Ali Mohammadí, un profesor de física cuya vinculación con el programa nuclear no llegó a establecerse. Entonces, algunas webs opositoras sacaron a la luz que había apoyado al candidato reformista Mir Hosein Musaví en las controvertidas elecciones de junio de 2009, pero el caso quedó sumido en el misterio. Mohammadí había trabajado con Abbasí-Davadí, el profesor herido ayer.

Dos años antes, otro científico nuclear, Ardeshir Hoseinpur, murió por envenenamiento de gas. El hecho de que las autoridades tardaran una semana en informar sobre su muerte alentó las sospechas y también entonces se especuló con una posible operación del Mosad.

En los últimos meses, la República Islámica ha detenido a varios presuntos "espías nucleares", acusados de pasar información a servicios de espionaje extranjeros. La radiotelevisión estatal también ha lanzado varias campañas alertando a los ciudadanos sobre tales actividades.

La habitual susceptibilidad iraní se ha exacerbado a raíz de que el virus informático Stuxnet infectara varios ordenadores de científicos vinculados al programa nuclear. Ayer, Ahmadineyad reconoció que había causado problemas "limitados" en las centrifugadoras dedicadas a enriquecer uranio, la primera vez que se admite ese extremo.

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