El ministro checo de Defensa, Alexander Vondra, aludió el pasado miércoles al eventual cierre del polígono de Brdy donde EEUU planeaba emplazar un radar de defensa antimisil.
“Nos sobran polígonos militares”, declaró Vondra en una entrevista con la televisión nacional. “Somos líderes europeos en cuanto a la superficie total de polígonos por soldado”, dijo el ministro al agregar que es necesario reducir su número.
Defensa tomará una decisión definitiva al respecto en lo que queda de 2011 y el proceso de liquidación, según Vondra, se va a prolongar por dos o tres años. En lo que atañe a Brdy, precisó que “simplemente no habrá allí un radar”. El polígono de Brdy, que ocupa una superficie de 260 kilómetros cuadrados, se usaba en los últimos años para ejercicios de la OTAN Flying Rhino (Rinoceronte Volante).
La anterior Administración de EEUU planeaba emplazar un radar de defensa antimisil en la República Checa y una base de misiles interceptores en Polonia alegando la amenaza de proyectiles provenientes de Irán. Rusia manifestó su enérgico rechazo a la iniciativa de George W. Bush viendo en ella un desafío directo a su potencial estratégico. El presidente Barack Obama puso a revisión los planes de su antecesor y los aplazó hasta 2015, sin renunciar del todo al despliegue de un escudo antimisil en Europa.
El escudo europeo de defensa antimisil debe crearse para 2020, en cuatro etapas. Hasta que aparezcan sus primeras estructuras terrestres, navíos de la Armada estadounidense con misiles interceptores a bordo harán guardia cerca de las costas de Europa.
La OTAN propone a Rusia crear dos sistemas de defensa antimisil autónomos pero coordinados. Moscú, entretanto, procura convencer a los aliados europeos de la OTAN de que sería mejor construir un sistema único integrando en él los recursos antimisiles de ambas partes.
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