Estados Unidos comenzó hoy a evacuar la base desde donde opera sus drones en Pakistán, plegándose a una exigencia de este país tras el raid aéreo de la OTAN contra puntos de control en la frontera con Afganistán.
Medios locales de prensa indicaron que este domingo aterrizó en la base de Shamsi (provincia de Baluchistán, noroeste del país) un avión de gran porte para comenzar a sacar al personal norteamericano.
El diario Dawn refirió que en la zona se han adoptado estrictas medidas de seguridad, incluido el cierre hermético de la carretera que conduce a la instalación y la solicitud a los pobladores de no salir de sus casas.
Varios canales de televisión en esta capital, entretanto, informaron que ya un primer grupo de estadounidenses abandonó la base, aunque de modo oficial el gobierno pakistaní no ha validado las noticias.
De la representación militar o diplomática norteamericana aquí no se espera confirmación alguna porque Washington jamás ha admitido que opera aviones teledirigidos desde Pakistán.
Islamabad exigió a Estados Unidos abandonar antes de 15 días el enclave aeroportuario poco después del ataque a los puestos fronterizos, que causaron la muerte a 24 de sus soldados y heridas a 13. El plazo vence el próximo domingo.
En 1992 Pakistán arrendó la base de Shamsi a los Emiratos Árabes Unidos para las expediciones aéreas de caza de la familia real, pero fuentes enteradas aseguran que Estados Unidos la subcontrató e instaló allí sus drones en el 2004, bajo la dirección de una división especial de la Agencia Central de Inteligencia.
Esta es la tercera vez que Islamabad pide a Washington desalojar la base. La primera, en enero de este año, fue después del asesinato de dos ciudadanos pakistaníes por un contratista de la CIA; la segunda, en mayo pasado, tras la operación encubierta que culminó con la muerte de Osama bin Laden.
Si como todo indica a la tercera va la vencida, Estados Unidos tendrá que buscar una instalación alternativa, pues expertos militares consideran clave el accionar de los aviones-robot para batir a los grupos talibanes y de Al Qaeda activos en la frontera afgano-pakistaní.
También, junto con el mando de la OTAN, deberá resolver en corto plazo la situación que se deriva de la determinación de Pakistán de cerrar los pasos a través de los cuales fluye la mayor parte del combustible y de los suministros que consumen la Fuerza Internacional de Asistencia en Afganistán (ISAF).
Esas decisiones, junto a la de no asistir mañana a una reunión internacional sobre el futuro de Afganistán con sede en la ciudad alemana de Bonn, fueron las primeras respuestas de Islamabad al raid aéreo del 26 de noviembre.
El gobierno pakistaní, empero, anunció que adicionalmente revisará todos los programas, actividades y acuerdos de cooperación con Estados Unidos, la OTAN y la ISAF, incluidos los diplomáticos, políticos, militares y de inteligencia.
Fuente: Prensa Latina
No hay comentarios:
Publicar un comentario