El comandante en jefe de las fuerzas de Estados Unidos y de la OTAN en Afganistán, el general John Allen, ha advertido de que las tropas norteamericanas destinadas en el país centroasiático van a necesitar un "considerable poder de fuego" entre 2013 y 2014, en pleno proceso de retirada del contingente militar estadounidense.
"Vamos a requerir poder de combate, no creo que nadie lo ponga en duda", declaró el general Allen ayer miércoles. "Le debo al presidente un análisis real sobre ello", añadió ante un grupo de periodistas, dos días después de que los dirigentes de la OTAN discutieran en Chicago sobre el futuro de Afganistán y aprobaran un plan para entregar a mediados de 2013 el control de la seguridad a las autoridades afganas y para concluir en 2014 la retirada gradual de las fuerzas extranjeras.
A finales de este verano, Allen debe retirar a los 33.000 efectivos de refuerzo enviados entre 2009 y 2010 por el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, para combatir a las milicias talibán. Una vez que esas tropas hayan regresado, el general Allen hará una evaluación de la campaña y expondrá sus recomendaciones a la Casa Blanca sobre cómo se deben retirar los 68.000 militares restantes.
"Mi intención es observar a fondo el estado en que se encuentra la insurgencia" y el nivel de desarrollo militar de Afganistán, explicó el general. A partir de estos factores, presentará sus recomendaciones a Obama sobre la cantidad de efectivos que se podrán retirar entre 2013 y 2014 sin beneficiar con ello a los talibán. "De momento no hay una cifra", precisó.
No hay comentarios:
Publicar un comentario