El subcomandante del Cuerpo de los Guardianes de la Revolución Islámica (CGRI) de Irán, el general de brigada Hosein Salami, ha aseverado este martes que la grandeza de los portaaviones de EE.UU. y otros enemigos extrarregionales, a los que el CGRI considera como pedazos de hierro, no crearán preocupación en el CGRI.
Durante la clausura de la Conferencia de comandantes y responsables de la Armada del CGRI, celebrada en la ciudad Mashhad, noreste de Irán, Salami ha mencionado las sanciones económicas impuestas por EE.UU. y Occidente contra la República Islámica de Irán y ha agregado que, en la actualidad, la guerra económica del país persa es a escala mundial, y que a lo largo de la historia no se puede encontrar otro país que haya sido bloqueado económicamente por todo el mundo y no haya tenido acceso a los servicios de comunicación financiera.
“A pesar de todas las amenazas, el Irán islámico logra abrir a diario un capítulo nuevo en nuevas innovaciones, creaciones y la conquista de nuevas cimas, al punto de que los poderes arrogantes no pueden contener a la Revolución y la sagrada República Islámica de Irán”, ha añadido el alto militar iraní.
A juicio de Salami, la situación actual de la Revolución Islámica se ha realzado y fortalecido tanto que EE.UU., Europa y el régimen de Israel recurren a los actos de violencia y asesinatos contra los eruditos y profesores universitarios iraníes por considerarlos amenazas a sus intereses.
En los primeros días de julio, el CGRI llevó a cabo una maniobra, denominada Payambar-e Azam 7 (Gran Profeta 7), con el objetivo de probar y evaluar los logros de Irán en el campo defensivo y su autosuficiencia en la producción de equipos militares y sistemas de defensa esenciales.
De acuerdo con las autoridades del CGRI, el mensaje de esta maniobra ha sido poner de relieve la resistencia de la República Islámica de Irán frente a las amenazas, y la respuesta contundente y decisiva del país persa a cualquier posible aventura del enemigo.
Recientemente, los EE.UU. han aumentado su presencia militar en el Golfo Pérsico y el Mar de Omán, y ahora cuentan con ocho barcos, dos portaviones, el USS Abraham Lincoln y el USS Enterprise, y dos cazas furtivos F-22.
El aumento de la presencia estadounidense tiene su raíz en las tensiones surgidas respecto al estrecho de Ormuz, ya que Teherán ha advertido de un posible cierre en caso de enfrentarse con una verdadera amenaza.
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