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martes, 21 de agosto de 2012

Un ataque contra base en Afganistán alcanza avión del jefe militar de EEUU


El avión del número uno del ejército estadounidense fue alcanzado por un cohete la noche del lunes cuando se encontraba estacionado en la base de Bagram en Afganistán, en un ataque que hirió a dos soldados estadounidenses, según el ejército estadounidense. El general Martin Dempsey, jefe del Estado Mayor del ejército estadounidense, y su equipo, que dormían en el momento del incidente, no estuvieron en peligro en ningún momento, aseguraron varios oficiales estadounidenses. Pero los daños provocados al avión obligaron a Dempsey a optar por otro aparato para abandonar el país a mediodía, después de dos días de visita, indicó a la AFP el coronel Dave Lapan, su portavoz. 
En total, dos cohetes cayeron durante la noche sobre el gran aeropuerto de Bagram, la mayor base aérea militar del país. Las esquirlas provocadas por uno de esos disparos alcanzaron la puerta del C-17 del general Dempsey, precisó. Dos soldados estadounidenses encargados del mantenimiento de las aeronaves en Bagram resultaron levemente heridos en el ataque, según la misma fuente. Los disparos de cohetes contra las bases militares de la OTAN son bastante frecuentes en el país, incluido en Bagram, pero rara vez causan víctimas o daños importantes, según la Fuerza Internacional de la OTAN en Afganistán (ISAF), dirigida por los estadounidenses. "No hay ningún indicio de que el ataque estuviera destinado a este avión en particular", declaró un portavoz de la ISAF, que explicó que nada distinguía al avión del general Dempsey del resto de los C-17 estacionados en la pista. 
El general Dempsey llegó el domingo a Afganistán para entrevistarse con responsables militares estadounidenses, de la OTAN y afganos, entre otros temas sobre la inquietante multiplicación de los ataques de miembros de las fuerzas afganas en contra de sus aliados de la OTAN. Este tipo de ataques, casi diarios la semana pasada, han dejado 40 muertos este año en las filas del ISAF, que ha perdido a más de 300 en total. Horas después de haber concluido la visita del general Dempsey, las autoridades afganas anunciaron el cese del jefe de la policía del distrito de Spin Boldak, en la provincia de Kandahar (sur), por "negligencia" en el asesinato, el domingo, de un soldado de la OTAN por parte de un policía afgano. 
La sanción es la primera contra un funcionario afgano desde que aumentaron los ataques de policías y soldados locales contra las fuerzas de la OTAN. El presidente estadounidense, Barack Obama, expresó el lunes su "profunda preocupación" por la multiplicación de estos ataques, y añadió que trataría el tema con el presidente afgano Hamid Karzai y que el general Martin Dempsey se entrevistaría sobre este tema con John Allen, el mando de la ISAF. El secretario estadounidense de Defensa, Leon Panetta, dijo él también estar "muy preocupado" por estos asesinatos "fratricidas", que el Pentágono consideraba hasta ahora como actos "aislados". Durante su viaje, el general Dempsey aseguró que el aumento de los asesinatos de soldados de la OTAN por parte de militares y policías afganos no afectaría el calendario de retirada de la ISAF, que se prevé abandone el país antes del final de 2014. Pero en el seno de la ISAF, esta persistente inseguridad ya llevó a Francia a acelerar su retirada del país, ahora fijada para finales de 2012 para las tropas combatientes. Y el lunes, Nueva Zelanda anunció que contemplaba a su vez una retirada anticipada de sus tropas tras la muerte de tres de sus soldados en la provincia habitualmente apacible de Bamiyan (centro). ddl/jf-emd/gl/at-avl/eg

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