24 de enero de 2013 Sergio G. Caplan, Rusia Hoy
Rusia se encuentra realizando diversos ejercicios militares además de continuar con el proceso de modernización de su armamento, donde se destaca la posibilidad de reimplementación de misiles emplazados en ferrocarriles y la instalación de radares en todas sus fronteras.
El gobierno ruso planea restablecer la fabricación de los sistemas de misiles balísticos intercontinentales emplazados en ferrocarriles antes del año 2020. Fuente: Lori / Legion Media
El proceso de modernización de la defensa rusa no se detiene. Más allá de la reforma militar, con sus idas y vueltas, la inversión, la investigación y el desarrollo de nuevos armamentos continúa impulsando el crecimiento del poder militar de la Federación Rusa.
En este sentido, uno de las noticias mas sobresalientes del mes es que el gobierno ruso planea restablecer la fabricación de los sistemas de misiles balísticos intercontinentales emplazados en ferrocarriles antes del año 2020.
Este sistema, si bien ya era utilizado en la época de la Unión Soviética, fue retirado de servicio debido a la firma del Tratado sobre Reducción de Armas Estratégicas Ofensivas (START) firmado con Estados Unidos en 1993, aunque no fuera hasta 2005 cuando culminó su desactivación.
Sin embargo, en el año 2010, ambas potencias firmaron un nuevo tratado START, sin incluir esta vez a estos sistemas de misiles entre sus prohibiciones, por lo cual Rusia ha vuelto a apostar por esta opción.
La gran ventaja de poseer misiles emplazados en ferrocarriles es que dichos sistemas pueden estar activos aún encontrándose a una distancia de hasta 1.500 km de sus respectivas bases. Esto hace que, para un potencial enemigo, sea muy difícil poder localizar su eventual punto de lanzamiento.
Una vez desarrollados, probablemente hacia el año 2020, estos nuevos modelos de misiles balísticos intercontinentales podrán ser incorporados a las Tropas de Misiles Estratégicos de Rusia, tropas que en este invierno estarán realizando más de un centenar de ejercicios militares.
Las Fuerzas Armadas rusas, en general, se encuentran desarrollando grandes cantidades de ejercicios conjuntos. Recientemente se han llevado a cabo los mayores ejercicios militares en el Océano Ártico de los útlimos tiempos, incluso con la presencia del Presidente Vladimir Putin, y también han tenido lugar otros ejercicios similares en el Mar Mediterráneo y en el Mar Negro, en donde los buques de las diferentes flotas rusas forman a su personal y practican su despliegue y su funcionamiento conjunto en materia de lucha contra el terrorismo y la piratería.
Por su parte, las Tropas de Defensa Aeroespacial han anunciado la instalación de 20 nuevos radares de gran altitud. Estos radares formarán parte del sistema de alerta temprana ante ataques de misiles y podrán cubrir todas las fronteras del extenso territorio ruso, siendo capaces de divisar aviones, drones y misiles a una distancia de hasta 400 kilómetros.
Según el coronel Alexéi Zolotujin, portavoz de las Tropas de Defensa Aeroespacial rusas, ya hay tres radares del tipo 'Vorónezh' en servicio: en Kaliningrado, en Lejtusi, y otro en Irkutsk, en la región de Siberia.
En poco tiempo, comenzará a operar también el cuarto radar de este tipo, en la ciudad de Armavir, en Krasnodar, reemplazando al radar situado en Gabala, Azerbaiyán, el cual fue utilizado hasta el mes pasado, ya que el nuevo podrá ampliar su región de cobertura.
Estas decisiones de modernizar el sistema de misiles y radares de las Fuerzas Armadas rusas responden prácticamente a la amenaza que significa para Rusia el proyecto del Escudo Antimisiles de la OTAN. De esta manera, Rusia pretende demostrar que tiene el poder suficiente para defenderse pero sin voluntad de aumentar la tensión con los Estados Unidos ni con el resto de Europa.
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