Dos compañías deberán pagar 6,125 millones de euros (casi 8,5 millones de dólares) a las familias de los 62 militares españoles que fallecieron al estrellarse un avión ucraniano en Turquía en 2003.
Las empresas son la contratista alemana Chapman Freeborn y la aerolínea Ukrainian Mediterranean Airlines (UM Air), responsables del Yak-42 que trasladaba a los militares de Afganistán, según la sentencia publicada en la Audiencia de Zaragoza, informa la agencia EFE.
Según fuentes judiciales, la sentencia, de casi cien folios, achaca el siniestro a un fallo humano, y señala que el vuelo era civil y no militar, que era lo que planteaban las empresas para eludir responsabilidades.
En el juicio civil, que se celebró en febrero pasado y es el segundo en este caso, los abogados de las familias solicitaron a dichas empresas unos 63 millones de euros (86 millones de dólares) de indemnización, así como a la reaseguradora Busin Joint-Stock Insurance cuyos representantes defendieron la exoneración de su responsabilidad. Los letrados dijeron que estudiarán si van a recurrir el fallo.
En el primer juicio civil, en 2006, las empresas fueron condenadas a casi diez millones de euros (13,7 millones de dólares), sentencia subsecuentemente anulada por un defecto de forma.
Además de los militares que regresaban el 26 de mayo de 2003 tras cumplir su misión en la Fuerza de Asistencia a la Seguridad en Afganistán, murieron en el accidente doce tripulantes ucranianos.
RT
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