El gobierno de Netanyahu no quiere que organismos externos investiguen el ataque a la flotilla que transportaba ayuda a Gaza.
"Benjamin Netanyahu."
El gobierno de Benjamín Netanyahu ha hecho oídos sordos a las llamadas de la comunidad internacional para emprender una investigación externa sobre el operativo comando contra la llamada "Flotilla de la Libertad" que intentaba llevar ayuda a la Franja de Gaza.
Un portavoz israelí, Mark Regev, dijo que las Fuerzas Armadas de Israel ya han comenzado su propia investigación y señaló que la demanda para dejarla en manos externas demostraría que hay un doble rasero hacia el Estado judío que ningún otro país tiene que cumplir, informó el corresponsal de la BBC en Jerusalén, Andrew North.
En este sentido, Regev recordó que cuando las tropas estadounidenses o británicas han sido acusadas de matar a civiles en Irak o Afganistán, las investigaciones en torno a esos hechos se llevan a cabo en EE.UU. o Gran Bretaña y no las hace un organismo internacional.
Estados Unidos, el aliado más importante de Israel, ya ha dejado en claro que aceptará una investigación dirigida por las autoridades israelíes y Barack Obama ha pedido que sea imparcial y transparente.
North recordó que Israel ha estado en los últimos días bajo una fuerte presión para aceptar una investigación internacional desde que se produjo el ataque a la flotilla que se saldó con nueve muertos. Incluso el Consejo de Derechos Humanos de las Naciones Unidas ha ordenado una misión de investigación sobre el incidente.
Confusión sobre la ayuda
"Una joven se manifiesta en Los Ángeles contra el bloqueo del envio de ayuda a Gaza."
Mientras en el plano político continúa el debate de cómo y quién realizará la investigación sobre el ataque, otra de las polémicas que rodea a este episodio es el destino de la ayuda que los cooperantes pretendían llevar a Gaza.
Tras interceptar la flotilla, Israel interceptó el cargamento de los barcos que, según los organizadores, consistía en unas 10.000 toneladas de "ayuda humanitaria", incluido material médico, comida, ropa, casas prefabricadas, juguetes para niños, y acero y cemento para la construcción.
Israel ha mostrado su intención de enviar el cargamento a Gaza una vez que haya revisado que el material no beneficia al movimiento islamista Hamas.
El corresponsal de la BBC en Gaza, Jon Donnison, afirmó que parece que en estos momentos tanto Israel como Hamas están buscando razones para no transferir el cargamento de la flotilla.
"Para Hamas es todo o nada. No quieren que Israel seleccione lo que envía", indicó Donnison.
Según el corresponsal, Israel no permitirá el envío de cemento y materiales de construcción por el temor de que Hamas lo use con fines militares.
Además, Israel quiere que la ONU distribuya la ayuda, pero ésta ha rechazado esta opción ya que no sabe qué transportaba la flotilla exactamente.
"Todo esto significa que la ayuda que se necesita en Gaza está varada en el puerto israelí de Ashdod", concluyó Donnison.
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