Los problemas que tiene Estados Unidos con la inmigración ilegal desde México son conocidos desde hace tiempo, pero hemos visto como últimamente se recrudecen las medidas adoptadas por el país receptor. La noticia más reciente la protagonizó el triste suceso dónde la policía fronteriza acabó a tiros con la vida de un muchacho que hizo oídos sordos a las advertencias cuando pretendía colarse por la frontera. Al parecer, no consideran suficiente estas tácticas disuasorias y han apelado a la alta tecnología militar para vigilar con más ahínco la línea que separa Norteamérica de México. El gobierno estadounidense va a gastar 600 millones de dólares para que unos aviones no tripulados (drones) patrullen la frontera intentando controlar desde el aire todo lo que se mueve abajo con la intención de impedir el paso de inmigrantes ilegales o el contrabando de droga hacia su territorio.
Estos drones, bautizados como Predator, se llevan utilizando desde los años 90 para misiones de observación y vigilancia pero en esta ocasión han sido armados con dos misiles AGM-114 Hellfire, un poderoso artefacto guiado por láser y diseñado para destruir carros de combate desde el cielo. La aeronave puede volar hasta una altura de 5.700 metros en misiones de hasta 20 horas a una distancia de 740 kilómetros. Está dotada de sistemas de radar y sensores, además de potentes cámaras de video infrarrojas capaces de detectar actividad a una distancia de 3.000 metros sin importar que sea de día o de noche. Son 4 las unidades que ya se encuentran patrullando los 2.000 kilómetros de frontera con México entre Brownsville y El Paso. Además de los Predator, el gobierno tiene previsto desplegar 1.200 efectivos de la Guardia Nacional. Al parecer, EEUU se está tomando muy en serio la defensa de sus fronteras. Esperemos que esos misiles no tengan que salir de sus anclajes.
http://wenalejoartma.blogspot.com/
No hay comentarios:
Publicar un comentario