Belgrado y Bruselas tratarán de encontrar un compromiso en cuanto a la resolución serbia sobre el estatus de Kosovo: el debate en la Asamblea General de la ONU está previsto para el 9 de septiembre.Belgrado y Bruselas continuarán las conversaciones para llegar a un acuerdo en cuanto a la resolución que presentó Serbia a la Asamblea General de Naciones Unidas para definir el futuro de este territorio en disputa, declarado independiente por los albano-kosovares en febrero de 2008.De los 27 miembros de la Unión Europea (UE), 22 apoyaron al Gobierno secesionista de Kosovo, entre ellos Francia y Reino Unido, con el respaldo de Estados Unidos; frente al rechazo de países como Serbia, España y Rusia.Sin embargo, los gobiernos de la UE que apoyan la independencia de Kosovo insisten en que la resolución serbia sea retirada o modificada antes del debate previsto el 9 de septiembre en la Asamblea General de la ONU. En Bruselas ponderaron la posibilidad de un compromiso antes de ese día, en lugar de revisar la resolución o elaborar una nueva versión.Mientras tanto, el Reino Unido acaba de indicar a Serbia que debería centrarse más en la integración europea. En agosto pasado Gran Bretaña advirtió que cualquier intento de Serbia de socavar la independencia de Kosovo podría provocar una confrontación con los países que reconocen a Pristina.Por su parte, Belgrado recurrió a las vías diplomáticas después de que la Corte Internacional de Justicia afirmara que la declaración unilateral de independencia de Kosovo en 2008 no contradice al derecho internacional.Los expertos opinan que Belgrado, aunque muestra voluntad para un diálogo con Pristina, no quiere sufrir otra derrota después de la reciente decisión de la Corte Internacional de Justicia, que en julio pasado declaró legal la declaración unilateral de independencia proclamada por el Parlamento de Kosovo.Marco Gasich, miembro de la Alianza Británico-Serbia por la paz, aseguró hablando de futuras perspectivas para Serbia en la UE que los serbios ya no tienen más ilusiones. "Los serbios son muy conscientes de que pese a la muerte de Slobodán Milóshevich tiempo atrás, la presión occidental contra el pueblo de Serbia no cesa", consideró."Los políticos occidentales aseguran que los que robaron partes del territorio de Serbia recibirán un estado ficticio llamado Kosovo". Pero, subrayó el analista político, no pasará lo mismo con la República Srpska en Bosnia. Según Gasich, eso significa tan solo que "hay una ley para todas las ex repúblicas de Yugoslavia y ninguna ley para los serbios".Gasich cree que la presión que se ejerce sobre Belgrado conllevará un efecto contrario al esperado. "Semejante actitud provocará rencor e inestabilidad en la región", agregó el analista.
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