La mujer estadounidense que había pasado más de un año encarcelada en Irán regresó a su país el domingo, dio gracias por su liberación y pidió a las autoridades iraníes que liberen a sus dos compañeros que quedan en la cárcel, acusadas también de espionaje.Al hablar ante la prensa en Nueva York, Sarah Shourd, de 32 años, expresó su agradecimiento “a todos los gobiernos y gente que han sido involucrados”, en particular al presidente iraní Mahmud Ahmadineyad por este gesto humanitario que no desea que quede sin reconocimiento.Agregó, sin embargo, que no es hora de celebrar puesto que no puede compartir su libertad con su novio Shane Bauer y su amigo Josh Fattal, ambos de 28 años. Dijo que se siente “libre en un tercio”.En la ocasión volvió a negar que los tres hayan cometido delito alguno. “De ninguna manera intentamos hacer daño al Gobierno iraní y creemos que un gran malentendido llevó a nuestra detención y largo encarcelamiento”, agregó.La mujer, acompañada de su madre Nora y las madres de Bauer y Fattal, aseguró que cuando fueron detenidos no tenían idea de que estuvieran cerca de Irán. “La frontera no estaba marcada ni se podía distinguir. Nunca intentamos entrar en Irán", declaró.Shourd fue liberada el martes tras pagarse una fianza de 500 mil dólares. No se conoce la fuente que realizó el pago.Sarah Shourd, Shane Bauer y Joshua Fattal fueron detenidos el 31 de julio de 2009 por policías fronterizos iraníes. Tenían visados de Irak y Siria, pero no contaban con una autorización para visitar Irán. Las autoridades de la República Islámica declararon que se acusó de espionaje a los ciudadanos estadounidenses.A principios de agosto de 2009, la Casa Blanca exigió que Irán liberara a los jóvenes detenidos. Según Washington, se trata simplemente de turistas que estaban viajando por Irak y que llegaron al territorio del vecino Irán por accidente tras haberse extraviado
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