La nueva nave tripulada que está desarrollando Rusia aterrizará con una precisión muy superior a la de las naves Soyuz gracias al sistema de aterrizaje que utilizará paracaídas y motores de propulsión a chorro, declaró hoy el jefe de la corporación Energuia, Vitali Lopota.
"La nave tripulada rusa de nueva generación tendrá un sistema de aterrizaje con paracaídas y motores de propulsión a chorro. Como resultado, la precisión del aterrizaje será de unos dos kilómetros y no veinte como ahora en el caso de las naves Soyuz", comentó.
Los paracaídas se accionarán en la última fase del aterrizaje y funcionarán junto con los motores de propulsión a chorro.
Rusia proyecta crear varias versiones de la nueva nave para realizar vuelos a las órbitas terrestre y lunar, reparar ingenios espaciales y retirar de la órbita satélites averiados y basura espacial de grandes dimensiones.
Los vuelos de prueba deberán empezar en 2015.
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